La Máquina del Cruz Azul entrenó ayer en dos grupos tras disputar el jueves la ida de la final del Apertura 2018.

El técnico Pedro Caixinha dirigió la práctica con los suplentes en la cancha 1 de La Noria, mientras que los titulares hicieron trabajo regenerativo en el gimnasio y en la alberca.

Al luso se le pudo ver dando indicaciones con intensidad y al final del entrenamiento ordenó el cobro de penaltis, como podría definirse la serie por el título de este semestre.

Por su parte, los titulares se vieron tranquilos mientras iban del gimnasio a la alberca y de ahí al vestidor.

En la práctica estuvo presente el director deportivo Ricardo Peláez, quien aseguró que no meterán solicitud de inconformidad ante la Comisión Disciplinaria pese al puñetazo que recibió el jueves Iván Marcone del defensa del América Bruno Valdez, en la ida de la final.

El hecho de que las Águilas hayan tenido más la posesión del balón no gustó del todo en Cruz Azul, situación que deberán de evitar el domingo en el cotejo de revancha.

“Quedamos tranquilos. Si bien tuvimos las mejores oportunidades, dejamos de hacer muchas cosas. Creo que ellos tuvieron más el balón y no nos vino bien. Hay cosas que mejorar. Tenemos que ser conscientes y críticos hacia nosotros y seguir trabajando sobre la misma línea”, declaró Adrián Aldrete.

Félix Zapata I Agencia Reforma

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