Cada cuatro años, los amantes del futbol tenemos semanas mágicas en las que disfrutamos del torneo más importante del deporte más popular de la tierra. La Copa del Mundo llena de emoción a todo el orbe, involucrando incluso a quienes no siguen cotidianamente los partidos, pero que durante ese mes de competencia los ven atentamente.

A 10 días de que dé inicio, los corazones ya vibran aceleradamente contando con ansias las horas para que llegue ese jueves 14 de junio, a las 10 de la mañana tiempo de México, y Rusia y Arabia Saudita den inicio al mejor mes del año.

Son 32 selecciones las que buscarán levantar el más codiciado trofeo, ese que Brasil ha conquistado en cinco ocasiones y que actualmente tiene como dueño a Alemania, y con el que muchas otras naciones sueñan levantar por primera vez.

Y ¿por qué no soñar con ver a México levantar esa copa el próximo 15 de julio en tierras rusas? Si, suena algo lejano, pero lo mismo hemos dicho en otras ocasiones y, cuando menos se esperaba, se consiguen logros importantes.

Me agrada mucho la actitud de los integrantes del Tri quienes hablan de ir a conquistar el trofeo, no solamente de llegar al quinto partido, con una mentalidad ganadora que han creado gracias a los elementos que están jugando en Europa y ya ven el futbol diferente, además de la labor que ha tenido el técnico Juan Carlos Osorio y su equipo técnico para generar esa unión y cambio de chip.

Aunque no nos guste el estilo (si es que lo tiene) con el que juega la selección del técnico colombiano, el Predicador ha demostrado con resultados y una buena efectividad que su sistema va funcionando.
Y si, en torneo de este tipo como la Copa América Centenario y la Copa Confederaciones no se ha visto de la mejor manera, pero pienso que esas experiencias amargas le dejaron una gran enseñanza para el manejo del equipo en este Mundial.
Confío en un buen papel para el Tri, que al menos alcanzará el anhelado quinto partido, y ya estando ahí, con todo que ganar y nada que perder, pueden dar la campanada y cumplir el sueño de los aficionados.

Yo si veo a México en el estadio Olímpico de Moscú venciendo a una potencia y a Rafael Márquez levantando el anhelado trofeo, haciendo enloquecer a millones de mexicanos que harán una fiesta multitudinaria por ese triunfo que muchos veían lejano.

Lo que sí puedo apostar es que los verdes darán un buen torneo y volverán con la frente en alto a pesar de todo lo que los ha envuelto en estos meses previos al Mundial. Ya veremos.

Alfonso Rivera