El delantero peruano Paolo Guerrero negó haber consumido drogas, algo que aseguró probará ante la FIFA, órgano que lo suspendió un año y que lo hará perderse la Copa del Mundo Rusia 2018; esto, con la intención de que le levanten el castigo y pueda disputar la justa internacional del año próximo.
El atacante destacó que siempre se ha comportado con profesionalismo y que al organismo rector del futbol mundial no le quedará otra opción que permitirle participar en la competencia.
“Siempre me dediqué, soy profesional, y si la propia FIFA ya ha descartado un posible consumo de drogas, no pueden decir ahora que soy culpable”, declaró a Globo.
Explicó que tomó un “té de anís en Perú porque estaba con una indigestión y en Argentina tomé un té negro con limón y miel porque estaba con gripe”.
“No culpo a nadie, pero la sustancia podía estar en una jarra o en una taza”, estableció el ex jugador del Bayern Múnich.
La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) dio a conocer el pasado viernes que Guerrero fue suspendido un año por dar positivo en un examen antidopaje que le realizaron el 5 de octubre, luego del partido entre Perú y Argentina, dentro de la eliminatoria de la Conmebol.
El castigo dio inicio el 3 de noviembre y finalizará un año después, lo que lo deja fuera del cuadro inca que disputará la justa mundialista.
El conjunto que dirige el argentino Ricardo Gareca está ubicado en el grupo D en el que medirá fuerzas con los representantes de Francia, Australia y Dinamarca.