Luego de un semestre de aprendizaje en su primer torneo al frente de un equipo de la Liga MX, el compromiso del técnico argentino Hernán Cristante y del Toluca es el de regresar a una liguilla y pelear por el título en lo que será el año de su centenario.
Como aceptable se puede calificar el primer certamen de Cristante Mandarino con los Diablos Rojos, sobre todo si se toma en cuenta que no tuvieron a su disposición el estadio Nemesio Diez y jugaron de locales en el Alberto Chivo Córdova.
Pese a ello, pelearon hasta la última fecha por un sitio a la fase final, ahora están obligados a lograrlo y así terminar con esa falta de títulos que ya suman seis años, aunado a que festejarán el centenario de su fundación.
Se ha mantenido una base importante de jugadores, como el portero Alfredo Talavera, el veterano zaguero paraguayo Paulo da Silva, el mediocampista Antonio Ríos, así como el colombiano Fernando Uribe y el argentino Enrique Triverio en el eje del ataque.
Se reforzaron con Efraín Velarde, Caros Calvo, Rodrigo Salinas, así como los argentinos Gabriel Hauche y Rubens Sambueza, de pasado aceptable con los Xolos de Tijuana.
A cambio, abandonaron la institución gente como Edy Brambila, Francisco Gamboa, Diego Gama, Moisés Velasco, Miguel Centeno y Carlos Gerardo Rodríguez.