Ruido en el gallinero
 
Hace (73) meses
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No han pasado ni 4 meses de que presentaron a Luis Fernando Tena como técnico de los Gallos, cuando ya comenzaron los problemas en el “paraíso emplumado”, pues resulta que hay por ahí un directivo al que le encanta andar externando sus opiniones en voz alta sobre lo que cree son fallas por las cuales el equipo nomás no anda.
Está bien que la situación esté crítica y que sólo lleven un partido ganado, pero en la medida que comiencen los golpes bajos, la situación no va a mejorar.
Tena por supuesto, es un viejo lobo de mar, y tiene ojos y oídos por todos lados, por lo que de inmediato se enteró sobre las reflexiones de esta persona, que a todas luces siempre anda buscando quedar bien.
Dicen por ahí, que “con esos amigos ¿para qué quieren enemigos?” Bueno, así opinan todos los que conocen los alcances de Javier Mier, quien no pierde tiempo para hacer críticas feroces sobre los refuerzos, el dinero que se soltó para rearmar al equipo, además de que le encanta andar diciendo “se hubiera hecho tal cambio; todos nos damos cuenta que este jugador no funciona, ¿qué hace este otro en la banca?, el planteamiento no fue el idóneo, jugó para no perder”.
Ya se imaginarán cómo andan la cosas en Querétaro, ya que a Tena no le gusta que le den consejos que no pidió, porque además si la cosa empeora, no les extrañe que alguien ya ande pensando en un plan B.

Pablito sin Tri
Parece que no todos quieren ver a Pablo Barrera en la Selección Mexicana.
Aunque Juan Carlos Osorio estuvo el domingo en el Estadio Olímpico Universitario para presenciar el duelo entre Pumas y Tigres, y con todo y que David Patiño, DT puma, candidateó al Dinamita y a Luis Quintana a la Selección, hay alguien muuuuuuy cerca de Barrera que no quiere que juegue en el Tri.
Resulta que el volante fue acompañado por un chamaquillo a la salida del Olímpico. El niño, con pizza en mano y playera autografiada por Pablo, dijo después de que el volante expresó que no le caería mal volver al Tricolor, que mejor no lo llamaran porque “ni si quiera a mí me puede ganar en las cascaritas”.
El comentario provocó las carcajadas hasta de Pablo, que sólo le quedó despeinarlo por la puntada y reclamarle por qué no lo quiere ver vestido de verle.

Mucha imaginación
Me imagino que los jugadores de Chivas que se lanzaron hace unos días al concierto de Bruno Mars compraron los boletos hace mucho tiempo y no proyectaban que tendrían al equipo (todavía) por la calle de la amargura y segurito no les pasó ni de cerca la idea de regalarlos para evitar exhibirse en aquel evento.
Me imagino también que cumplieron con ir a disfrutar con discreción al célebre artista y no se la pasaron brincando como fanáticos, es más, imagino que no se pusieron a tomar fotos y a subirlas a las redes sociales para no provocar la ira de quienes con su playera del Rebaño puesta, cuentan tres derrotas en cinco juegos.
Demasiada imaginación para la triste realidad de las Chivas.

 

San Cadilla

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