US player Serena Williams celebrates after beating Germany’s Julia Goerges 6-2, 6-4 in their women’s singles semi-final match on the tenth day of the 2018 Wimbledon Championships at The All England Lawn Tennis Club in Wimbledon, southwest London, on July 12, 2018. / AFP PHOTO / POOL / NEIL HALL / RESTRICTED TO EDITORIAL USE
Es como si Serena Williams nunca se hubiese ido.
Estuvo más de un año alejada del tenis. Pasó un susto al dar a luz su primera hija hace 10 meses. Pero sigue tan dominante como siempre, sobre todo en Wimbledon, donde está a una victoria de obtener su octavo título.
Un triunfo sobre Julia Görges 6-2, 6-4 puso a Williams en su décima final en el All England Club y a un paso de su Grand Slam 24, que igualaría el récord histórico de Margaret Court.
“Es una locura. Ni sé cómo me siento. No esperaba que me fuese tan bien en apenas mi cuarto torneo desde que regresé. Siento como que no tengo nada que perder y puedo jugar con libertad. Eso es lo que estoy haciendo”, comentó Serena.
Luego de apuntarse cinco ases con un saque que llegó a los 191 kilómetros por hora, de sumar 16 tiros ganadores y apenas siete errores, y de cubrir la cancha tan bien contra Görges, Williams dirimirá el título mañana contra la alemana Angelique Kerber, en una reedición de la final de 2016, ganada por la estadunidense.
Kerber se impuso a 6-3, 6-3 a Jelena Ostapenko en la otra semifinal.
“Tuve un alumbramiento complicado y varias operaciones”, relató Williams.
“Recuerdo que no podía caminar ni para recoger las cartas. No es normal que esté en una final de Wimbledon. Por eso voy paso a paso y disfruto todo lo que está pasando”.
Staff I Agencia Reforma