“Si alguien quiere sufrir, que le vaya al Veracruz”, dijo un aficionado que, de tanta vergüenza, prefiere omitir
su nombre.

Así se sienten aficionados del Veracruz, que han descendido cinco ocasiones y solo tienen el título Copa MX, el del Clausura 2016, como un logro del cual abrazarse para mantener su amor al equipo.

También está la nostalgia por la tiburomanía, época de 1989 a 1993, con jugadores que enamoraron a la afición como los argentinos Jorge Comas, Omar Palma y Jorge Gabrich.

Sin embargo, hay una base de entre 5 mil y 7 mil aficionados fieles, esos que recién han aguantado el sufrimiento de haber sido goleados 9-2 contra el Pachuca, lo que provocó que el lunes amanecieran mantas de protesta en el estadio Luis Pirata Fuente.

“Hay maneras de perder y dejan mucho que desear los jugadores”, dice el aficionado Ricardo Pérez, 42 años, “son contados los jugadores que muestran dignidad y amor a la camiseta”.

Como él, ya son varias generaciones que conocen sólo como historia la época dorada del Veracruz, en la que ganaron las Ligas 1945-1946 y la 1949-1950, así como la Copa 1947-1948 de la mano del jarocho “Pirata” De la Fuente.

Jesús Carvajal | Reforma