Es una pena lo que sucede con la afición de los Tuzos y todo lo que dice en contra del portero Alfonso Blanco.

Creo que este torneo ha sido el mejor del Tami desde que defiende la cabaña de Pachuca. Ha tenido buenas actuaciones y ha salvado en diversas ocasiones su meta, algo que se ha traducido en puntos en las siete jornadas que van del Clausura 2019.
Ahora, tras el empate de último minuto de Puebla en el encuentro más reciente, todos se fueron otra vez a culpar al arquero. De verdad, de los 10 goles en contra que han recibido

los blanquiazules en esta campaña, en ninguno veo responsabilidad del guardameta, como había ocurrido en semestres anteriores.
No recuerdo tanto descontento con un jugador de los hidalguenses en los últimos tiempos. En redes sociales se leen múltiples comentarios exigiendo que lo saquen de la alineación y culpándolo de todo lo que sucede con la escuadra; en el estadio, con sonoros abucheos cada que toca la pelota.

Me da gusto que el nuevo técnico, Martín Palermo, haya respaldado a un jugador que con trabajo se ha ganado la titularidad y que se encuentra en un muy buen momento, como lo ha demostrado en la cancha.

A Alfonso le reconozco el valor y el temple con el que ha afrontado estas críticas, asumiéndolas tranquilamente y concentrándose solamente en su trabajo. Debe ser muy complicado leer y escuchar tantas cosas en contra de tu trabajo, cuando te encuentras cumpliendo.

Se valora el respaldo total que le da el equipo a un compañero que se entrega en cada pelota, dando el máximo.

De la afición, me apena que gran parte critique a un futbolista que se formó aquí, que siente los colores y ha respondido con creces. Aclaro, no son todos los seguidores, pues muchos confirman lo que les digo aquí, en mi opinión: que ha tenido un gran torneo.

Ojalá pronto se pase esta animadversión en contra de Blanco y se le respalde, que exista el mejor ambiente y que haya comunión con todo el equipo, para que puedan seguir mejorando y sean protagonistas.

Créanme, amigos aficionados: los futbolistas leen y escuchan lo que comentan de ellos, sienten como nosotros y eso les ayuda o perjudica.

En el caso de Poncho, lo ha fortalecido bastante, pero esperemos cambien esos abucheos por aplausos por las actuaciones que ha brindado. Al tiempo.

Alfonso Rivera I Pachuca