Hernán Cristante afirmó que la salida de sus auxiliares David Rangel y Enrique Alfaro fue petición de la directiva del Toluca.

Aunque el estratega argentino no estuvo de acuerdo con la determinación e incluso meditó la renuncia, sus ahora excolaboradores le pidieron que se mantuviera en el cargo para darle continuidad al trabajo de los tres torneos previos.

“Son decisiones que se toman, se reunió el consejo (de administración), ellos tenían una idea y me la hicieron saber. No estuve de acuerdo, pero cuando hablé con David y con Enrique ellos mismos me dijeron ‘Hernán, esto hay que continuarlo porque se hizo un gran trabajo en este año y medio y no puedes abandonarlo’”.

“De una forma u otra ellos van a seguir estando acá, tal vez no en el día a día y demás, pero fueron muy importantes en lo que se hizo y van a ser importantes en opinión, van a seguir participando conmigo en algún aspecto, entonces aflojaron ellos la situación. Si estoy acá, es por ellos”, explicó Cristante.

El sitio de Alfaro y Rangel lo tomarán los argentinos Pablo Morán, quien ha dedicado más tiempo a divisiones inferiores, y Ernesto Corti, que ya trabajó en el club escarlata al mando de la Sub 20.

Cristante fue irónico respecto a los comentarios que generaron los fichajes de Ángel Reyna y Luis Quiñones, conocidos pero sus conflictos extra cancha.

“Hablaron de AAA, de noche de brujas, de homicidio culposo, premeditado, terrible. Estos jugadores tienen mucho futbol, talento, son ganadores natos, entonces es un desafío hacer que trabajen juntos”, dijo.