Un Barcelona con un once inicial inédito por la ausencia de casi todas sus estrellas, empató ayer sin goles en su visita al colista Huesca en la jornada 32 de la liga española, donde el Atlético de Madrid aprovechó para superar 2-0 al Celta de Vigo.

La victoria colchonera permite que el equipo de Diego Simeone recorte de 11 a 9 puntos su desventaja con respecto al Barsa, que todavía tiene un amplio margen, cuando quedan apenas seis jornadas para el final del campeonato.

Pensando en el partido de vuelta de la Liga de Campeones el martes contra el Manchester United, en el que los azulgranas defenderán el 1-0 logrado en Old Trafford, el técnico culé Ernesto Valverde decidió dejar a muchas de sus estrellas en Barcelona, presentando ante el colista Huesca un once inhabitual.

De hecho, salvo Marc André Ter Stegen, el resto de componentes del equipo inicial no ha sido titular habitual esta temporada y algunos, como Jeison Murillo o Jean-Clair Todibo, Moussa Wagué y Riqui Puig jugaban sus primeros minutos del curso.

En ausencia de Lionel Messi y de Luis Suárez, la dupla atacante que presentó el Barsa estaba formada por Ousmane Dembelé y Kevin-Prince Boateng.

Con tantos cambios, no es de extrañar que el juego del Barsa no fuera el habitual y el partido estuvo más igualado de los 49 puntos de diferencia que había entre ambos equipos al comenzar el encuentro.

Pese a jugar con muchos suplentes, el Barcelona pudo haberse llevado los tres puntos de Huesca ante un equipo que también necesitaba la victoria para mantener sus opciones de salvar la categoría.

El Barsa tuvo casi el 75 por ciento de la posesión del balón y disparó 10 veces al arco contrario, por solo seis del Huesca.

Tras este resultado, el Barcelona suma 74 puntos, nueve más que el Atlético de Madrid, que no tuvo problemas para derrotar 2-0 al Celta, y 14 de ventaja sobre el Real Madrid, que el lunes visitará al Leganés.

AFP I Madrid