El suspenso se alargó 48 horas, pero Roger Federer terminó por decir sí al Masters 1000 de París. Por primera vez en tres años, el suizo con 20 títulos de Grand Slam jugará en la capital francesa.

Después de su noveno título en Basilea el domingo, esa era la duda que asaltaba a organizadores, periodistas y aficionados: ¿Estará Federer en el torneo parisino o se lo perderá un año más? La respuesta llegó la tarde el martes, por boca del interesado, después de dos días sin despejar la incógnita y después de su primer entrenamiento en Bercy.

“Prefiero jugar partidos que estar entrenando, mientras no tenga el sentimiento de tomar riesgos a nivel físico con vistas a Londres”, declaró Federer en rueda de prensa, haciendo referencia al torneo que reúne a los ocho mejores tenistas de la temporada en la capital británica (11-18 noviembre).

En busca de su centésimo trofeo como profesional en París, Federer jugará el miércoles con el canadiense Milos Raonic.

“Tengo el sentimiento de haberme recuperado bien de la semana pasada. Hoy me siento bien”, declaró el suizo, dos días después de haber ganado por novena vez el Torneo de Basilea, su ciudad natal.

“Es muy complicado ganar cinco partidos consecutivos, en cinco días, en un torneo de este calibre”, más aún “con el regreso de Nadal y Djokovic”, estimó el suizo, calificando el sorteo como “difícil”, dijo
Su Majestad.

Federer, de 37 años, solo ganó una vez en París-Bercy, en 2011. En su última participación, en 2015, cayó en octavos frente al estadounidense John Isner.

AFP I París