La excursión purépecha a la capital para buscar el pase a la final de la Liga MX tuvo tintes de paseo escolar.

Con box lunch bajo el brazo y con la novedad de viajar a Ciudad de México en avión, llegaron al aeropuerto los futbolistas del Morelia, que se hospedaron en un hotel aledaño no sin antes sacarle un par de canas verdes al staff de los rojiamarillos, que acarrearon, como pudieron, al grupo de profesionales que parecían niños.

Apenas salieron por las puertas de llegadas nacionales y el plantel se dispersó. Una parte siguió la indicación de ir al hotel, pero un puñado de futbolistas observó afuera de un restaurante al menos un round de la pelea del mexicano Andy Ruiz, hasta que los auxiliares del Maestro Pablo Guede les comenzaron a tocar el hombro como señal de que su tiempo se había terminado.

El viaje para la capital fue atípico para el Morelia. Acostumbrados a llegar en camión a Santa Fe para comer en un restaurante y después partir en camionetas a un hotel al sur de la ciudad, ahora arribaron al aeropuerto con alimentos en una caja que tenía estampada la motivadora frase: “El éxito siempre necesita alimentarse”, y de ahí se fueron directo a las habitaciones.

Francisco Esquivel I Agencia Reforma