Con la eliminación en Copa MX a cuestas, el Guadalajara llegó ayer a la Perla Tapatía en silencio; solo los directivos y el capitán expresaron su decepción ante los medios.
El resto del equipo y el técnico José Saturnino Cardozo se fueron directo al autobús, en medio de vigilancia de elementos de seguridad. El paraguayo se mostró incómodo al notar mayor presencia de lo habitual de reporteros.
“Hay que ganar el sábado Cardozo…. sino ganas, te vas”, le grito un empleado de pista del aeropuerto al pastor rojiblanco.
Con lentes oscuros, el guaraní solo volteó a verlo de reojo sin detener el paso al autobús, y rodeado de tres empleados de seguridad de Chivas.
“Esperemos que el domingo, cuando ganemos, estén así”, comentó el estratega hacia sus acompañantes. “Cuando ganamos no vienen”, abundó.
El último en salir de la sala fue el capitán Jair Pereira, quien reconoció la mala actuación del equipo.
“Obviamente tenemos que mejorar por mucho todo lo que se hizo en este partido”, mencionó Pereira.
“Hemos dejado de hacer cosas, es difícil dar un análisis completo, hay que pensar con la cabeza fría y no caliente. Nos vamos tristes, ellos nos pasan por encima, propusieron bien la verdad, no se les quita mérito, pero nosotros dejamos de hacer muchas cosas y dimos esa facilidad para que el rival ganara”, remató.
Ramón Estrada I Agencia Reforma