En mi rancho (nací en un pequeño ejido de Tangamandapio, Michoacán) les dicen de otra manera. Acá les llaman “El alma de la fiesta”… ¡mmmh, nooo, pos cada quien!

Por si no lo vieron, el viernes pasado, previo a que comenzara el juego y mientras se tomaban la foto oficial, el señor Orbelín Pineda Alvarado -quien estaba en la primera fila de la foto- llevó su mano derecha para atrás y le agarró y apretó el pene a su compañero Pablo César Aguilar Benítez, quien se escamó, sonrió y dobló.

Y como no me gusta quedarme con la duda, que le llamo a mi Judas Azul para preguntarle si habían tomado a broma eso, o si alguno había tenido alguna reacción machín.

Me contó que Orbelín es el alma de la fiesta al interior de La Máquina, porque siempre está molestando y haciendo bromas a todo el plantel, incluyendo cuerpo técnico y el staff que ayuda durante los entrenamientos.

Bueno, con decirles que hasta mi Judas ha sido víctima de las bromas de Orbelín, pues el volante no perdona y casi casi al que está enfrente le juega alguna broma o lo molesta.

(Y al que está atrás le juega otra cosa).

Por ello, aquel tocamiento de Pineda a Aguilar fue una broma más del mediocampista.

(Perdón que insista, pero mientras en el Cruz Azul le llaman broma, en muchas partes de México y el mundo le dicen de otra manera. Pero bueno, cada quien).

Incluso, el central ni se inmutó porque más allá de la seriedad que refleja regularmente, dicen que al interior del grupo también le entra a las bromas.

(¡Vááálgame mi Dios Santo! Pos qué gustos se cargan en el Cruz Azuuul… ahora veo por qué ya van 21 años -y contando- de mala suerte).

Es más, mi Judas Celeste me contó que en el equipo ya se extrañaba un jugador con ese sentido del humor.
(No me queda duda: aquí le llaman a esos gustos… “sentido del humor”).

(PD: Me rindo).

DIEGO
El señor Diego Armando Maradona Franco habrá que dividirlo en dos partes, o sea, en la buena y la no tan buena.
Como él fue un figurón mundial, es obligación comenzar con lo bueno…

“Es un tipazo, está feliz en Culiacán”. Eso es lo que piensan del Pelusa en el equipo, su calidad humana ha maravillado a los directivos, futbolistas y miembros del club, me dijo un Judas Sinaloense.

Me cuentan que a Diego le fascina la comida de Culiacán y pasearse por la ciudad. De hecho, a su hijo Dieguito Fernando también le gusta mucho estar en los entrenamientos, tanto que ya le están enseñando a hablar como culichi, empezando por el “¡fierro, pariente!”.

Pero ¿y en la cancha? Le pregunté a otro Judas Dorado que qué era lo mejor del señor Diego Armando Maradona Franco, y me dijo: “Pues el futbol no tanto”.

De que el gordito sabe, sabe. Ni modo que no habiendo sido el figurón que fue, pero…

“La motivación dura un rato. Tenerlo de inicio cuando llegó fue un booom, y todos lo vimos. Hasta a la final fuimos, imagínate, pero como te dije, la motivación tiene un tope”, me dijo.

Le pregunté directo: “¿En lo táctico cómo anda?”.

“Vemos poco de eso. No es el entrenador que se tenga y siempre esté hablando de eso. Es más de empuje”.

A Maradona le molesta mucho que se diga eso, que es pura motivación, tanto así que en las finales del torneo pasado trató mal a mi compa León Lecanda, de ESPN, cuando éste intentó entrevistarlo, y no porque León lo haya dicho, sino porque en la mesa de Picante lo comentaron, y con él se desquitó.

Diego ya no es ese imán que era cuando llegó, el equipo ya no es el mismo, ayer fue eliminado y tampoco en las tribunas parece llamar la atención como antes.

PD: ¿”DiegOFF”?… ¡parece que sí!

San Cadilla