Tom Brady quiere sacarse la espina del año pasado, y sin duda, no quiere sumar otra derrota, misma que lo pondría en un sitio no tan deseado.

Para muchos es considerado el mejor quarterback de todos los tiempos, el llamado GOAT (Greatest Of All Time), pero un revés en el Súper Tazón LIII ante los Carneros de Los Ángeles en el Mercedes-Benz Stadium lo colocaría como el mariscal de campo estelar con más descalabros en el Gran Juego.

Cierto, tiene cinco anillos de campeón de la NFL, pero de perder por segundo año consecutivo en el Super Bowl lo dejaría con cuatro derrotas en el máximo encuentro, y terminaría como el más perdedor junto con Jim Kelly, quien a diferencia de Brady nunca pudo levantar el trofeo de campeón Vince Lombardi en cuatro intentos seguidos con los Bills de Búfalo.

El veterano de 41 años ha perdido tres Súper Tazones, ante las Águilas de Filadelfia (LII en febrero de 2018), y dos veces ante los Gigantes de Nueva York, en el SB XLII y XLVI, en febrero de 2008 y 2012, respectivamente.

Ahora, lo que ha logrado a lo largo de su carrera no se puede ocultar. El futuro miembro del Salón de la Fama está en su noveno Súper Tazón, superando a franquicias enteras como los Acereros, Vaqueros y Broncos, que han llegado al Gran Juego en ocho ocasiones.

Y el millonario que le paga su sueldo lo sabe, pues Brady colocó a los Patriotas de Nueva Inglaterra en un sitio que muchos quisieran estar.