“Estamos a la mitad de estos octavos de final, nos falta terminar el trabajo en casa”. El PSG, con el resultado favorable de la ida (2-0), debe hoy rematar la faena contra el Manchester United para alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Para eso, el equipo de Thomas Tuchel podrá contar desde las gradas con el apoyo de su estrella Neymar, esperado en el Parque de los Príncipes tras una decena de días de rehabilitación en Brasil. Y sobre todo con Kylian Mbappé en el campo.

El campeón del mundo francés, autor de seis goles en los últimos cinco partidos desde el encuentro de ida de los octavos, y el argentino Ángel Di María, otro jugador en forma, han conseguido hacer olvidar las ausencias de Ney y del uruguayo Edinson Cavani.

Por su parte, el Manchester United ha perdido su esplendor en las últimas temporadas. Sin contar que el equipo que alineó Ole Gunnar Solskjaer ha sufrido una hecatombe desde el partido de ida a principios de febrero.

El técnico noruego, que experimentó su primera derrota en el banquillo mancuniano contra el París SG, tiene nueve lesionados, y no menores precisamente. Jesse Lingard, Anthony Martial, el chileno Alexis Sánchez o Nemanja Matic, que jugaron en la ida, no estarán el miércoles.

Tampoco Paul Pogba, suspendido tras su expulsión al final del partido de ida.

Para hacer frente al PSG, el Manchester United incluyó ayer a ocho jugadores salidos de su centro de formación.

AFP I París