“El equipo que gane será el que remonte la desilusión mental de una derrota en semifinales”, resumió Phil Neville, seleccionador inglés cuya formación juega ante Suecia el partido por el tercer puesto del Mundial femenino, hoy en Niza.

Tras la desolación, la consolación. Inglaterra tuvo en sus manos el empate ante Estados Unidos (2-1), que le hubiera llevado a tiempo extra, pero falló un penal en la recta final.

Suecia sí llegó a la prórroga, para caer 1-0 ante una Holanda que no fue superior.

“Hace cuatro años ganamos el bronce. Este sábado pelearemos por lo mismo, tenemos un trabajo que finalizar”, recordó la Federación Inglesa en su cuenta de Twitter.

En Canadá 2015 la banda de Bronze, Jill Scott y Ellen White encontró los medios para dominar a Alemania en la prórroga y subir por primera vez al podio del gran torneo, tras una semifinal perdida que también se fue a la prórroga, frente a Japón.

El duelo será el último con la selección inglesa para Karen Carney. La centrocampista, de 31 años, acumula 32 goles en 143 selecciones, en una carrera prolífica en la que ha pasado por el Birmingham, Arsenal, Chicago Red Stars y Chelsea.

“Estoy muy orgullosa de haber logrado tantas cosas en el futbol, pero ahora es el buen momento para retirarme”, declaró Carney, que representó a Gran Bretaña en los juegos de Londres 2012 y fue bronce hace cuatro años en Canadá.

Suecia, un equipo con más tradición en el futbol femenino que Inglaterra, manda en el histórico con 14 triunfos, 8 empates y solo 3 derrotas, en 25 partidos.

AFP I Niza