Tras largos siete meses de inactividad total por complicaciones en una lesión de tibia, el delantero del Guadalajara Carlos Cisneros comenzó ayer con trabajo físico dosificado y bajo vigilancia, con un kinesiólogo de apoyo, para comenzar con la etapa de acondicionamientoy volver al futbol en las próximas semanas.

Cisneros jugó su último partido oficial el 2 de marzo de este año ante el Monterrey, pero los dolores de la tibia de la pierna izquierda, que meses antes había sido intervenida, le provocaron otra recaída.

El atacante fue evaluado por varios especialistas, y después de ser revisado por un cirujano en Estados Unidos, se le recomendaron seis meses de inactividad total para esperar la consolidación del hueso.

“Es necesario comenzar un tratamiento médico específico conservador (sin cirugía), para la pronta consolidación del hueso, la cual requerirá un periodo de rehabilitación de entre cuatro y seis meses, para su reincorporación a la actividad futbolística”, se informó el 26 de marzo en un reporte médico.

Ahora, siete meses después, comenzó apenas con su trabajo en la cancha, ante la mirada de varios de sus compañeros, que le desearon ánimo para estar de nuevo en la actividad en las últimas fechas del Apertura 2019.

El delantero se lastimó en noviembre de 2016, pero, en siete meses, recibió tres diagnósticos y la decisión de tratarlo sin operación no resultó.

En junio de 2017, Matías Almeyda lo envió a la Cdmx, para que fuera operado por otro médico, aunque antes le había recomendado parar seis meses y probar un tratamiento sin cirugía con el kinesiólogo argentino Fabio Álvarez.

Cisneros jugó algunos partidos y volvió a ser operado en julio de 2018. Le colocaron un clavo medular en la tibia.

El jugador hizo la pretemporada en diciembre, y Cardozo decidió ponerlo de titular en algunos partidos en el Clausura 2019.

Ramón Estrada I Agencia Reforma