De la tranquilidad de un 3-0, las Chivas pasaron al enojo y nerviosismo en los últimos minutos para vencer al Querétaro 3-2.

La dignidad y eficacia que carecieron las Chivas a lo largo del torneo la muestran en los dos últimos partidos al ganar y golear nuevamente.

Los dirigidos por Luis Fernando Tena replicaron la exhibición mostrada una semana atrás frente al Toluca. El equipo fue contundente, por momentos mostró dinamismo y sus jugadores resolvieron el partido con genialidades técnicas.

El capitán Jesús Molina tuvo la visión de mandar un trazo largo al área para Alexis Vega. El delantero controló, le hizo un sombrerito a Jaime Gómez y con mucha clase de frente al arco definió un gol de bandera al 22’.

Los visitantes, uno de los mejores equipos a lo largo del torneo, se equivocaron en campo propio al tener el balón controlado. Isaac Brizuela presionó la salida por la lateral izquierda y provocó el error defensivo que aprovechó Eduardo López, al anotar de zurda al 35’.

El partido quedó resultó antes de terminar el primer tiempo por cortesía de Alan Pulido, a pase de López.

El atacante y actual sublíder de goleo gambeteó y le quebró la cintura a Jair Pereira con un soberbio recorte para terminar por definir con un tiro por izquierda al 40’.

Al 60´, Antonio Rodríguez le atajó un penal a Jordan Sierra. Los rojiblancos controlaban con inteligencia el desarrollo del resto del partido, pero el conjunto de Víctor Manuel Vucetich no cedió y sobre el final del encuentro, Jeison Locumí anotó por los Gallos Blancos.

Los minutos en tiempo de compensación se vivieron con tensión con la marcación de otro penalty a favor de la visita que convirtió el mismo Locumí.

A pesar del triunfo, después del silbatazo de Fernando Guerrero, la afición mostró su enojo al juez por el cierre de alarido.

Citlalli Medina
Agencia Reforma