La sacudida de cabeza que sufrió Jair Pereira en el clásico del domingo no requirió estudios posteriores al partido, de acuerdo al cuerpo médico del Guadalajara.

Al manifestar el propio defensa de las Chivas que se sentía bien y estaba recuperado, no nada más terminó de jugar el partido en el que sacaron el empate a 1-1 ante el América, sino que volvió a la capital de Jalisco sin necesidad de pisar ningún hospital, ni seguir algún protocolo médico preventivo para descartar algún daño en la zona del golpe.

Omar González, encargado del área de prensa de Chivas, fue quien informó que el jugador solo fue valorado en el estadio Azteca, pero el médico Jesús Robles no juzgó necesario que a Pereira se le hicieran más exámenes sobre el golpe.

Cancha solicitó el parte médico o el reporte sobre la valoración posterior para Pereira, pero el club no elaboró ninguno para hacerlo público a los medios, al juzgar que el jugador continuó en el partido hasta el final.

Pereira y Peralta chocaron en la disputa del balón al minuto 70, quedando tendido en el césped el de las Chivas con un golpe en el costado derecho de la cabeza, mientras que Oribe sacó un corte en la parte frontal izquierda, por encima de la ceja.

Oribe mostró en la imagen en su cuenta de instagram, los cuatro puntos de sutura que requirió
la herida.

Al salir del vestidor después del juego, Pereira atendió a los medios en la zona mixta del Azteca, describió el momento del golpe y acompañó al equipo al aeropuerto para volar a Guadalajara.

El plantel rojiblanco llegó a la capital tapatía a la 1:20 horas del lunes, día que fue otorgado por el entrenador como descanso para todos.

Las Chivas se reportarán a los entrenamientos este martes por la tarde, para comenzar a preparar el duelo de la jornada 12 ante los Pumas en el estadio Akron.

Ramón Estrada  I Agencia Reforma