Uno que amarra su lugar y otro que se va.
Cruz Azul recuperó el estilo que lo caracterizó en buena parte del torneo pasado en el momento justo, a las puertas de la liguilla, con jugadas elaboradas, precisión en la táctica fija y puntería. Presume nueve cotejos sin perder.
La Máquina ya aseguró su contraseña para la fase final y está por ahora entre los cuatro mejores de la competencia, aunque en los niveles de productividad por debajo de la campaña anterior.
Tiene 29 puntos con un partido por jugar en la fase regular; en el Apertura 2018 tras 16 duelos sumaba 23 unidades. Está en sus manos el alcanzar y rebasar las 30 y tomar la mejor posición posible para los cuartos de final, que cuando
mucho será el tercer puesto.
Dos testarazos, uno de Pablo Aguilar y otro de Milton Caraglio, más un par de ejecuciones de Roberto Alvarado, conformaron la goleada de 4-1 sobre un Lobos BUAP que no fue más allá de un intento de equipo animador en el torneo.
La ilusión comenzó a romperse para el equipo poblano desde el minuto 11, cuando a través del VAR se dio por bueno el gol celeste de Aguilar y por más que parecía recuperarse con la anotación de su atacante Leonardo Ramos, la displicencia defensiva sentenció su destino.
Aun así, el técnico Francisco Palencia puede jactarse de una leve mejora respecto a la competencia anterior. En el semestre pasado, los licántropos tuvieron 19 puntos en los 17 partidos y ahora reportan una unidad más y todavía deben visitar al Toluca.
La Máquina muestra su energía y Lobos deja el sueño de liguilla para otra ocasión.
Staff I Agencia Reforma
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