A pocos días de la clausura de la Guelaguetza, el estado continúa lleno de esplendor. Los viajeros pueden disfrutar de otras coloridas escenas y, además, escaparse a sitios cercanos y realizar diversas actividades. Aquí, algunas propuestas que nadie debe perderse:
Comprar textiles, joyería y por supuesto, los alebrijes a los artesanos provenientes de diversas regiones del estado.
Probar el Tejate, bebida tradicional de los valles centrales de Oaxaca que se elabora con agua, maíz y cacao. Antiguamente solo, se bebía al iniciar la siembra o cosecha del maíz.
Observar los desfiles que se realizan, a la manera tradicional de la Calenda, los dos sábados anteriores a los Lunes del Cerro y en donde hay comparsas, música y trajes típicos.
Ir a Monte Albán, zona arqueológica que se ubica a unos 20 minutos de la la ciudad de Oaxaca y fue nombrada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco,en 1987.
Visitar un maravilloso rincón oaxaqueño: Hierve el Agua, ubicado aproximadamente a una hora y media de la ciudad de Oaxaca. Este se ha convertido en uno de los sitios favoritos para admirar su peculiar belleza e ir a tomarse la foto del recuerdo.
Jazmín Fonseca I Agencia Reforma
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