La corte suprema de Brasil dio este jueves un vuelco radical a las normas de encarcelamiento en el país en una decisión que llevó a los abogados del expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva a pedir su “liberación inmediata”.
“Una vez que conversemos con Lula este viernes, llevaremos al juez de ejecución de penas un pedido para su liberación inmediata, con base en el resultado de ese juicio del Supremo Tribunal Federal (STF)”, informó el bufé
Teixeira Martins.
El STF decidió por 6 votos a 5 que las penas de prisión no pueden empezar a ejecutarse antes de agotar todos los recursos, modificando la jurisprudencia que determinaba el inicio del cumplimiento de la pena a partir de una condena en segunda instancia.
Lula, de 74 años, purga desde abril de 2018 una pena de ocho años y 10 meses, tras haber sido condenado en segunda instancia por corrupción y lavado de dinero.
El cambio de jurisprudencia debe llevar a las cortes a examinar la situación de 4 mil 895 personas, entre ellas Lula. No todas podrían ser liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.
Esa revisión priva a la Operación Lava Jato, que reveló una trama de corrupción en Petrobras, de uno de sus instrumentos favoritos.
“La decisión de revertir la posibilidad de la prisión en segunda instancia está en disonancia con el sentimiento de repudio a la impunidad y con el combate a la corrupción, prioridades del país”, expresaron los fiscales de Lava Jato.
La liberación de Lula no lo habilitaría electoralmente, dado que un condenado en segunda instancia no puede ser candidato hasta ocho años después de la sentencia.
AFP I Brasilia