Desde hace unos nueve años, narcomenudistas organizados invadieron Ciudad Universitaria.
La falta de control para dar acceso al campus, la vigilancia laxa, y el gran número de estudiantes y visitantes propiciaron el crecimiento de los dealers, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ).
Desde 2009 se consolidaron distribuidores de drogas pertenecientes a Coyoacán, como la familia de la Rosa, cuyo cabecilla en ese entonces, Ricardo Valderrama de la Rosa, fue ejecutado cerca de la Facultad de Filosofía y Letras.
Pero el grupo criminal siguió teniendo presencia, consta en los informes de la PGJ, y creció a partir de 2013, cuando se alió con José Alejandro El H o El Hugo, quien en 2013 fue arrestado en San Francisco Culhuacán, con otro integrante de los de la Rosa: Luis Raúl.
Ahora, El H y su autodenominado Cártel del H presuntamente apadrinan a Los Güeros, cuyo líder asesinó a dos rivales el pasado 18 de febrero en la zona de frontón, como dio a conocer Grupo Reforma.
El procurador capitalino, Edmundo Garrido, confirmó ayer que dichos narcomenudistas provienen de tres colonias: San Francisco Coyoacán, Copilco Universidad y Santo Domingo.
Añadió que la información la han ido obteniendo desde el año pasado, con base en los interrogatorios a 143 vendedores de estupefacientes capturados tanto en las inmediaciones de CU como las tres colonias mencionadas.
El testimonio de Alberto Rivera Martínez, El Tortugo, detenido el día de los crímenes, reveló a las autoridades que Los Güeros comenzaron a disputar el dominio de la zona con Francisco Axel Gallo Vázquez, El Paquito, una de las víctimas.
El día del ataque, El Paquito y otros tres individuos golpearon a El Güero, líder de la banda apodada del mismo modo y a un amigo suyo. Sin embargo, consta en la indagatoria CI-FCY/COY-1/UI-1C/D/677/02-2018, El Güero, sacó un arma de fuego y disparó contra El Paquito y sus acompañantes; su sicario intentó repeler la agresión, pero al igual que el primero murió.
Garrido señaló que los testimonios que tienen, principalmente el de El Tortugo, ayudaron a descartar las especulaciones sobre si se trataba de una pugna en donde estuviese involucrado el Cártel de Tláhuac.
“No tiene nada que ver con el Cártel de Tláhuac, son gente que está trabajando el narcomenudeo dentro de CU y que su marco de influencia está en los alrededores de Coyoacán y las colonias referidas”.
Antonio Nieto
Agencia Reforma
