Hay un movimiento que apuesta por las mujeres que se transforman en hadas del bosque, que se visten con etéreas creaciones llenas de transparencias y telas sutiles en tonos pastel. Ninfas que encantan con moños, lazos y un aire de inocencia como de madonnas del Siglo XVII.

Ideal para las chicas soñadoras, esta tendencia se apoya en el encaje, tejido transparente que nació en la Venecia del SigloXVI, el cual se adorna con ricos bordados y remite a la delicadeza. Además, hay aplicaciones florales, cristales de Swarovski y muchos vuelos para parecer una pintura del pasado.

“Es una tendencia que siempre está presente para un nicho especial de mujer y que ahora se ha visto en muchas pasarelas, empezando con las de Marchesa, Elie Saab, Zuhair Marud y muchos más que recrean trajes amplios con faldas que se mueven al viento”, afirma la experta Aracely Motta.

Además, hay que destacar que gracias a la tecnología, con los efectos 3D o con relieves se pueden realizar diseños de avanzada alejándose de lo clásico y predecible. Por ejemplo, versátiles jumpsuits.

Fernando Toledo I  Agencia Reforma

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