Si el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es cancelado, como ha sugerido el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, habría una pérdida de 120 mil millones de pesos y 70 mil fuentes de empleo.

Esto equivale a más de dos veces el costo de construcción del Tren Interurbano México-Toluca, de alrededor de 59 mil 200 millones de pesos; a 1.5 veces el presupuesto del Seguro Popular; 29.7 veces el presupuesto de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, o 8.1 veces el presupuesto de la SEP para Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico.

El estimado del costo de la cancelación del proyecto proviene de 70 mil millones de pesos que se habrán invertido a finales de este 2018, mismos que se perderían.

Otro porcentaje corresponde al pago de penas convencionales fijadas en los contratos que tendrían que pagarse, ya que al cierre de este año se habrán comprometido 190 mill millones de pesos, dijo Federico Patiño, director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), a cargo del proyecto. “Imagínense, tenemos invertidos a final del año 70 mil millones de pesos, de acuerdo con nuestro programa (…), luego existen penas convencionales en los contratos”, aseguró en conferencia de prensa.

A eso se sumaría el costo por liquidar a cerca de 70 mil trabajadoras que laborarían en el proyecto al cierre del mismo periodo.

El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que, en caso de ganar la Presidencia, cancelaría la construcción del nuevo aeropuerto y revisaría los contratos firmados para la obra.

Al respecto, Eduardo Sánchez, vocero del Gobierno de la República, declaró que cancelar el proyecto sería una barbaridad, pues implicaría renunciar a 450 mil plazas de trabajo, así como enormes pérdidas para las empresas que no recibirían más pasajeros.

“Con los datos que nos ha dado Federico Patiño, no es difícil concluir que cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto sería una barbaridad”, expresó en una rueda de prensa realizada en Los Pinos.

Resaltó que hasta ahora se han comprometido 140 mil millones de pesos y que en las obras trabajan 292 empresas.

Federico Patiño aseveró que la Fibra E, colocada la semana pasada con la cual se obtuvieron 30 mil millones de pesos, es un esquema de financiamiento que permite a los fondos de pensiones invertir a largo plazo y garantizará recursos del NAIM.

“Que quede muy claro, la próxima administración no enfrentará presiones financieras para terminar la construcción del nuevo aeropuerto, porque no representa deuda pública, ni cuenta con la garantía del gobierno federal”, enfatizó.

El funcionario añadió que del total del financiamiento, el 70 por ciento proviene de inversionistas privados, porcentaje mayor al previsto al inicio del proyecto.

Staff | Agencia Reforma