La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) criticó las injustificadas razones de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) para frenar el análisis de las condiciones económicas que permitan el aumento del salario mínimo a 98.15 pesos.
Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex, dijo que de manera furtiva la Conasami dio marcha atrás a la revisión y aumento del mínimo.
Censuró que la Comisión haya realizado una convocatoria para la revisión salarial apenas el viernes pasado por la noche, sin dar tiempo a que todos los representantes acudieran a la sesión, fijada para el lunes 21 de mayo.
En conferencia telefónica, Gustavo de Hoyos destacó que tampoco se justifica el argumento de la cercanía del proceso electoral ya que faltan 39 días.
Tampoco estuvo de acuerdo en que el alza salarial puede ser factor para detonar la inflación o que puede interferir con la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC).
“Durante 2017 se registró el mayor incremento al salario y se demostró que la inflación de ese año tuvo el impacto del gasolinazo y del tipo de cambio.
“No provocó el efecto faro, no aumentó la informalidad y no aumentó la inflación”, expuso.
Contrario a lo señalado por la Conasami, agregó, Coparmex considera que sí existen las condiciones para determinar el aumento salarial.
Consideró que la Comisión tiene que ser reorganizada para convertirse en un organismo responsable de la política salarial de largo plazo –que hoy no existe–, pues actualmente carece de procesos básicos y “todo se hace de manera barroca”.
Como ejemplo, citó que su órgano de gobierno no sesiona de manera pública como sí lo hacen otros organismos.
De Hoyos señaló que nuevamente llevarán a cabo un análisis de la situación económica del País y en dos meses entregarán un nuevo estudio a la Conasami para continuar con el proceso de incremento salarial.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dijo que ante los retos en materia laboral que habrán de venir en los próximos años, como la disminución de empleados a partir del envejecimiento de la población, la informalidad laboral y la robotización de la economía, se requiere que se plantee un nuevo pacto laboral
De acuerdo a un estudio de la OCDE, destaca la función fundamental que los sindicatos y los empleadores pueden desempeñar para forjar el futuro del empleo al decidir en conjunto qué tecnologías deben adoptar y de qué manera, para contribuir a gestionar transiciones para los trabajadores desplazados, ayudar a identificar necesidades en materia de competencias, y desarrollar programas educativos y de formación.
Mayela Córdoba y Ulises Díaz
Agencia Reforma
