El consumo de drogas, como alcohol, marihuana y cristal, ha comenzado a afectar a individuos a más temprana edad. De los 586 farmacodependientes que han sido atendidos de enero a agosto de este año en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) Pachuca, 3 de ellos tienen entre 10 a 12 años.
Christian Ahued Hernández, director de dicho organismo incorporado al sector Salud federal, explicó que el grupo que más recibe atención por ingesta de estupefacientes es el de 12 a 17 años, seguido por el de 18 a 25; sin embargo, en 2019 se han reportado tres pacientes menores de 12 años.
“Las drogas que más impacto nos están generando en Hidalgo son la marihuana y el cristal, que es una metanfetamina –una droga sintética e ilegal– que causa daños muy graves a nivel psicológico, físico e, incluso, a nivel orgánico en el cerebro, como afectaciones de tipo psiquiátrico”, advirtió.
El psicólogo indicó que la ingesta de marihuana ha llegado a superar a la del alcohol, situación que se relaciona con tres factores: baja percepción del riesgo, alta disponibilidad y permisibilidad social.
Respecto a la facilidad para adquirir los narcóticos, señaló que estos suelen obtenerse en escuelas y la comunidad.
“A una persona que se le ofrece un cigarro de marihuana está en riesgo de que la decisión sea decir sí (sic), por falta de información o baja percepción del riesgo o porque muchas veces los padres desconocen las actividades de sus hijos”, alertó.
Algunos factores que desencadenan el consumo de sustancias en adolescentes y jóvenes son desintegración familiar, violencia, falta de vínculos afectivos y ausencia de comunicación, comentó.
“Con eso tenemos un panorama para que niños y jóvenes estén buscando elementos para sentirse integrados o escuchados, pero a través de caminos inadecuados o incorrectos”, externó el especialista.
Yuvenil Torres l Pachuca
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