Educar con una visión de respeto a los derechos humanos
 
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Educar con una visión de respeto a los derechos humanos

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En marzo de 2014, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) signaron uno de los acuerdos más relevantes para el ámbito educativo de México. El Convenio de Colaboración tiene la finalidad de establecer mecanismos de cooperación para impulsar acciones conjuntas que contribuyan a que maestros y alumnos tengan un mejor conocimiento, respeto y ejercicio de los derechos humanos.

Desde su firma, el convenio ha alcanzado a unos 57,500 docentes, lo que se ha traducido en un impacto a por lo menos 1 millón 124,800 alumnos.

A casi cinco años de haberse implementado, se han dado varios resultados. Como parte de este compromiso, el Colegiado Nacional de Vinculación Social del SNTE promueve y da seguimiento a las actividades derivadas de la alianza, entre las cuales se desprenden la publicación del “Protocolo de actuación para una escuela libre de violencia” —una herramienta para combatir el fenómeno del acoso escolar (bullying)—, así como labores que incluyen conferencias participativas sobre igualdad de género, cursos y talleres sobre el desarrollo de competencias socioemocionales, conferencias en línea sobre derechos humanos y los Certámenes de Derechos Humanos SNTE-CNDH.

La participación activa y comprometida de las secciones sindicales a lo largo del país ha sido fundamental para concretar estos programas entre los docentes.

Además, el convenio cuenta con un programa denominado Embajadores del SNTE, el cual busca la revaloración social de la escuela pública y sus maestros a través de personas que, por su trayectoria relevante a favor de la sociedad, regresan a la escuela pública para apoyarla.

“En el SNTE compartimos los ideales de la Organización de las Naciones Unidas; justo hace unos días celebramos los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Entre estos derechos, firmados por nuestro país, está el derecho a la educación, y este es, para el sindicato, uno de los pilares de su quehacer, misión y visión: el derecho a una educación pública de calidad con equidad”, manifiesta la maestra María Antonieta García Lascurain, coordinadora del Colegiado Nacional de Vinculación Social del SNTE.

Y continúa: “Por esa razón, desde hace varios años hemos trabajado con la CNDH, porque compartimos los principios de la Declaración y creemos que los deben aprender todos los niños que asisten a las aulas, así como las familias. Establecimos este convenio porque pensamos que una de las mejores formas de participar es con la formación de los maestros. Nadie enseña lo que no sabe, nadie puede enseñar lo que no vive, por eso los profesores debemos conocer y poseer elementos para que en el aula podamos fortalecer en los niños la práctica de los derechos humanos”.

Desde la firma del convenio se han realizado unas 320 conferencias presenciales sobre derechos humanos, las cuales han reunido a más de 30,000 docentes. Con ello se calcula que se podría haber impactado a 900,000 alumnos.

Como parte de esta alianza, en 2015 se inició un curso en línea denominado “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos”. Mediante este método se han formado 14 generaciones de docentes, las cuales suman 27,454 maestros y han impactado a aproximadamente 323,600 alumnos.

“En estos tiempos hemos visto el renacer en el mundo de tendencias discriminatorias, de políticas francamente de intolerancia en contra de la diversidad y de los principios que se suponía que todo el mundo había asumido”, manifiesta la coordinadora del órgano responsable de las actividades del Convenio de Colaboración SNTE-CNDH. “Frente a estas realidades de intolerancia y violencia en la sociedad tenemos que fortalecer la cultura de la no violencia, de la paz. La mejor forma de hacerlo es a través del apoyo a los docentes, de su formación y la entrega de instrumentos que les permitan desarrollar esas tareas en las aulas”.

En este sentido, añade que hoy en día ni la escuela ni los maestros pueden ser responsables únicos y absolutos de la educación, sino que los primeros socios acompañantes en la tarea de educar con una visión de respeto a los derechos humanos son los padres de familia.

“La familia educa, y educa en buen o mal sentido. Los padres, como cualquier otro grupo, también tienen que aprender cómo compartir con sus hijos estos principios. Aquellas prácticas que eran comunes hace no mucho, como los golpes al niño, se ha demostrado que lastiman su autoestima y no llevan a ningún sitio. Hoy tenemos que propiciar, desde edades muy tempranas, el diálogo, de otra manera no podemos esperar que, cuando los niños sean adultos, ejerzan una ciudadanía responsable. Por eso nuestra relación con los padres de familia es fundamental”, explica.

Inciso sumamente relevante del convenio son los Certámenes Nacionales de Derechos Humanos, los cuales representan la culminación de un trabajo que a lo largo del año se nutre de las enseñanzas que los especialistas de la CNDH ofrecen en muy diversas actividades a lo largo del país.

Para estos certámenes, desde hace tres años se convoca a alumnos, docentes y padres de familia para participar en un concurso y expresar, mediante ensayos, dibujos, videos, cuentos o carteles, sus visiones y vivencias sobre los derechos humanos.

Por ejemplo, en la convocatoria correspondiente a 2018 participaron 1,678 trabajos. El SNTE y la CNDH premiaron a los tres primeros lugares en las categorías de historieta, con el título “El derecho humano al agua”, para estudiantes de primero, segundo y tercer grado de primaria, y “El derecho a una vida libre de violencia”, para alumnos de cuarto, quinto y sexto grado.

En este certamen también se distinguió, en el rubro de video, a las tres mejores producciones en las temáticas “Derechos humanos y migración”, para estudiantes de secundaria, y “Diversidad sexual y derechos humanos”, en educación media superior. En materia de ensayo se premió a docentes con el tema “La inclusión en el aula”.

Explica la maestra García Lascurain: “Estos certámenes dan pie al debate. Quienes difunden la convocatoria en las aulas son los docentes, es decir, promueven entre sus alumnos la generación de propuestas, y eso es una excelente manera de hacer conciencia sobre distintos temas, todos sobre los derechos humanos que vivimos cotidianamente”.

En otro orden de ideas, la coordinadora del Colegiado Nacional de Vinculación Social destaca que el “Protocolo de actuación para una escuela libre de violencia” tiene como objetivo ofrecer los procedimientos para atender de manera inmediata, en la escuela, el registro de los casos de acoso escolar y canalizarlos adecuadamente, así como fortalecer las prácticas de convivencia armónica para lograr espacios educativos libres de violencia, en la inclusión y el respeto a la dignidad humana:

“En el sindicato nos dimos cuenta de que no existía un instrumento que permitiera tomar medidas para encauzar los problemas del acoso escolar, y que esto ponía en riesgo a los propios maestros porque, muchas veces por actuar, por estar comprometidos con lo que sucede en su salón, podían ser sujetos ellos mismos de acoso porque tal vez alguien no estuviera de acuerdo con la medida que tomaba. Así, nos dimos a la tarea de trabajar con la CNDH y con el Conapred en un protocolo que permitiera a los maestros actuar de una manera responsable y respaldada por organizaciones respetadas en este terreno”.

Finalmente, manifiesta que para que los maestros puedan atender la amplia agenda relacionada con el bienestar integral de los niños y los adolescentes, los profesores requieren urgentemente de una figura conocida como descarga laboral:

“La tarea del docente no se agota en el tiempo que pasa frente a sus alumnos en el salón de clase, que es el tiempo por el cual es remunerado. Los maestros tienen que trabajar con los padres de familia, preparar sus clases, capacitarse. ¿Pero a qué hora trabajarán con ellos si reciben un sueldo solo por las horas que están frente a grupo? En muchos países hay un tiempo de descarga laboral, que son las horas que se destinan para estos trabajos. Estas horas de descarga pueden permitir al maestro trabajar, entre otros, los temas de derechos humanos, salud emocional, autoestima, con los padres de familia, temas hoy por hoy fundamentales en una educación integral”.

PR

 

 

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