El eje franco-alemán caminará de la mano en África, al confirmar el gobierno federal germano su intención de enviar hasta 650 soldados a Mali para apoyar a Francia en la zona y posibilitar así que el país galo pueda centrar sus esfuerzos en luchar contra el Estado Islámico.
La decisión, que todavía debe ser votada en el Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán, fue confirmada por la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, este miércoles al término de una reunión de la Comisión de Defensa celebrada en la capital alemana.
Desde hace meses, y sobre todo tras los recientes atentados perpetrados en París que se cobraron la vida de al menos 129 personas, el gobierno germano empezó a considerar un posible fortalecimiento de sus tropas en el país africano.
La intervención de los militares alemanes se centrará en la implantación de un acuerdo de paz entre el gobierno de Mali y los rebeldes en el norte del país.
Hace tres años, el norte de Mali fue conquistado temporalmente por combatientes islamistas, cuya retirada de la zona solo parecía posible a través de una intervención militar de la ex potencia colonial francesa.
Hasta el momento, unos 200 soldados alemanes participan en una misión de formación de la Unión Europea en el sur de Mali, una zona relativamente segura.
En la misión que Naciones Unidas (ONU) está llevando a cabo en el norte del país, que entraña un mayor peligro, solo participan 10 militares germanos.
Además, está previsto que se amplíe la participación del ejército alemán en la misión de formación de combatientes peshmerga kurdos que se realiza en Irak.
Así, en el futuro se espera que en lugar de 100, sean 150 los soldados que tomen partido en esta operación que todavía debe ser ratificada por el Bundestag.
