El informe advierte que en el 2015 es probable que se supere todos los récords anteriores de desplazamiento forzoso mundial.

En el periodo de enero a junio, el número de refugiados superó los 20 millones por primera vez desde 1992, mientras que las solicitudes de asilo (muy cerca de un millón) aumentaron un 78 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior.

Los desplazados internos llegaron hacia mitad de año a los 34 millones, dos millones más que en 2014.

Factores como alrededor de un millón de personas que han cruzado el Mediterráneo como refugiados y migrantes en lo que va del año, y los conflictos en Siria así como en otros lugares, continuan generando asombrosos niveles de sufrimiento humano, subraya el informe 2015.

“El desplazamiento forzado está afectando profundamente a nuestros tiempos”, afirmó el titular del ACNUR António Guterres al presentar el informe.

El desplazamiento “toca las vidas de millones de nuestros semejantes – tanto los obligados a huir y los que les proporcionan refugio y protección”, observó.

“Nunca ha estado en juego la gran necesidad de tolerancia, compasión y solidaridad con las personas que lo han perdido todo”, sostuvo.

Más allá de los números, el informe muestra el empeoramiento de los indicadores en varias áreas clave.

Por ejemplo, las tasas de retorno voluntario – una medida de cuántos refugiados con seguridad puede ir a casa después de un conflicto – se encuentran en su nivel más bajo con 84 mil personas en comparación con 107 mil en el mismo período hace un año .

En efecto, “si alguien se convierte hoy en refugiado, sus oportunidades de volver a casa son las más bajas en tres décadas”, observó Guterres quien este mes deja su puesto después de estar al frente del ACNUR los últimos diez años.