La estrategia de ataques aéreos contra el Estado Islámico (EI) dividió ayer a especialistas estadunidenses, entre quienes la consideran un fracaso tras los ataques en Francia y quienes argumentaron que son inevitables.
“Los mejores esfuerzos antiterroristas del mundo no pueden prevenir tragedias como la de París o el Centro Mundial de Comercio (…) Lidian con los síntomas de la violencia y el extremismo, pero no las causas”, señaló Anthony Cordesman, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).
Cordesman, uno de los principales expertos en asuntos geopolíticos, sostuvo que la victoria final contra el terrorismo sólo será ganada a través de años de reformas dentro del mundo islámico y con el apoyo internacional para crear gobiernos que ofrezcan bienestar a sus pueblos y no represión.
“Más años de tragedias como la de París son casi inevitables, y la lucha contra el extremismos será una larga, larga batalla de desgaste”, indicó.
En contraste, la investigadora del Carnegie Endowment for International Peace, Judy Dempsey, sostuvo que la estrategia de EU y Europa como expectadores de la debacle de Siria no ha funcionado, como lo demuestran los ataques en Francia.
“Si la intervención en Libia e Irak no funcionaron, entonces la no-intervención en Siria tampoco funcionó ”, indicó.
Dempsey sostuvo que la mejor respuesta debe ser ofrecer a los musulmanes que viven en Europa no son redadas contra inmigrantes, sino un sistema de educación que les ofrezca futuro y una política de integración que les confiera un sentido de identidad.
El exsubdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Morell, coincidió con Dempsey en poner en duda la eficacia de la posición de EU de buscar derrotar al EI a través de ataques aéreos militados.