“Para el Reino Unido salirse plantea algunas dificultades importantes. Una de ellas es que de inmediato se está presupuestando casi una recesión para la economía del Reino Unido”, dijo Isacc Cohen, exdirector de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Este escenario, expuso el ahora analista económico, se deriva de la posibilidad de que la libra esterlina se devaluaría, algo que en el mediano plazo puede ser bueno para los exportadores británicos, “el hecho de que se les cierre el mercado europeo puede afectar la cotización de la moneda”.

“Eso podría ser una consecuencia inmediata y podría haber una recesión, porque los flujos de comercio del Reino Unido con la Unión Europea representan casi la mitad del comercio exterior británico”, explicó.

Aunque Reino Unido podría buscar el acuerdo externo que le permitiera mantener el libre acceso al mercado europeo, como lo han logrado Suiza y Noruega -que no son miembros del bloque-, Cohen anticipó dificultades en este horizonte.

“Ha habido ya expresiones de funcionarios franceses y alemanes de que si la decisión es salirse, pues el precio va a tener que ser alto, porque el proceso de separación es un proceso complicado, es como un divorcio”, dijo.

Los votantes del Reino Unido elegirán mañana jueves 23 de junio sobre la permanencia o salida de la Unión Europea, lo que se conoce popularmente como Brexit, una abreviatura de las palabras en inglés “Britain” y “exit” (salida).

Cohen aludió también el rechazo a la salida expresado por Escocia, uno de los cuatro países que conforman el Reino Unido, cuyo gobierno ha indicado su deseo de permanecer en la Unión Europea.

“Los escoceses han dicho que si Reino Unido se sale de la Unión Europea, ellos se salen del Reino Unido, y ahí vendría un problema, porque muy probablemente la separación de Escocia plantearía otra dificultad para la economía británica”, dijo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la eventual salida del Reino Unido de la Unión Europea tendría con probabilidad un impacto “negativo y sustancial” si triunfa esa opción en el referéndum nacional.

“Aún reconociendo que es una decisión de los votantes, los directores (de la Junta Ejecutiva) coincidieron en que los efectos económicos netos serían probablemente negativos y sustanciales”, señaló el FMI en su informe sobre el estado de la economía presentado la semana pasada.

Por separado la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, advirtió que la eventual salida tiene el potencial de provocar un periodo de “volatilidad” financiera internacional de alcance impredecible.

“Un voto del Reino Unido para salir de la Unión Europea podría tener repercusiones económicas significativas”, señaló Yellen durante una comparecencia el martes ante el Comité Bancario del Senado.

Sebastian Mallaby, un experto economista con el centro de análisis Consejo de Relaciones Exteriores, coincidió con Cohen sobre el riesgo de recesión para Reino Unido, aunque advirtió sobre tres importantes consecuencias a largo plazo, entre ellas la salida de Escocia del Reino Unido.

De igual modo, dijo que la salida dañaría la idea de conformar frentes comunes para enfrentar retos más allá de la zona del euro, desde el oportunismo de Rusia, migración y las pandemias.

“El que el Reino Unido rechace la idea de una soberanía de equipo, pese a estar exenta del arreglo monetario y de frontera abierta para ciudadanos europeos, sería un terrible retroceso. Hay un déficit político en el manejo de la globalización. Las naciones necesitan trabajar más juntas y encontrar manera de vender esta idea a sus electores”, indicó.