El balance de víctimas del incendio forestal que afecta desde el sábado la zona de Pedrogao Grande, en el centro de Portugal, subió a 62 muertos y 57 heridos, según los últimos datos oficiales facilitados por las autoridades, que expresaron su preocupación ante el regreso de fuertes vientos a la región.

El secretario de Estado de Administración Interna, Joao Gomes, destacó que el viento puede dificultar, aún más, las tareas de control y extinción del fuego, que continuaba, hasta el cierre de esta edición, con varios frentes activos.

De los 57 heridos, 6 de ellos se encuentran en estado grave, de acuerdo con los datos ofrecidos por Gomes, aún provisionales, sobre la mayor tragedia de estas características que se ha vivido en el país en los últimos años.

Dos de las recientes víctimas mortales fallecieron en un accidente de tráfico en la zona, presumiblemente causado por las llamas, según el secretario de Estado.

No obstante, Gomes subrayó que las autoridades están “preocupadas” por los vientos cruzados que empiezan a soplar en la zona, ya que eso conlleva que se entre “en un escenario exactamente igual” al que provocó ayer la rápida propagación del fuego.

En las tareas de extinción participaron varios medios aéreos portugueses y dos aviones españoles que, indicó el secretario de Estado, no consiguieron actuar en varias zonas porque “la nube de humo era tan fuerte que los helicópteros no consiguieron bajar hasta una zona en la que tuvieran visibilidad del incendio”.

Las tareas avanzaron con los medios terrestres, que suman más de 680 efectivos llegados de Setúbal, Coimbra y Lisboa.

Fuentes de la Policía Judicial (PJ) dijeron a EFE que el impacto de un rayo en un árbol seco es la causa más probable de este incendio. “La información recogida hasta el momento en el lugar del suceso nos permite pensar que, con un alto grado de certeza, la causa sea un rayo que alcanzó un árbol”, dijo el director nacional adjunto de la PJ, Pedro do Carmo, quien precisó que será necesaria una investigación para confirmarlo.