Las filas para solicitar asilo en cada uno de los cruces fronterizos entre México y Estados Unidos alcanzan hasta cuatro mil personas, aunque solo una pequeña proporción es procesada a lo largo de toda la frontera, reconoció ayer la Administración de Donald Trump.

Basándose en información compartida por el Gobierno mexicano, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés) estimó que las largas filas conllevan espera de semanas para los migrantes que buscan presentarse legalmente en los puertos de entrada.

Randy Howe, director ejecutivo de operaciones de la CBP, no especificó si estas se forman en los 27 cruces fronterizos, desde los muy transitadas como Tijuana, en Baja California, hasta otros con mínimo tránsito como Sásabe, Sonora.

Sin que exista una lista oficial, los funcionarios de la CBP en cada uno de los puertos administran el total de personas que pueden ser admitidas en Estados Unidos para presentar su solicitud de asilo, un número que según grupos de derechos humanos es sumamente bajo.

“El procesamiento por día (en toda la frontera) son 300”, dijo Howe.

Añadió que la administración de las solicitudes de asilo en un proceso discrecional de cada director de puerto.

El canciller Marcelo Ebrard afirmó que en junio había 18 mil 778 personas en filas en toda la frontera mexicana. El número citado por el funcionario es producto de un estudio conjunto de la Universidad de California, en San Diego, y la Universidad de Texas, en Austin.

Los puertos con más afluencia de gente que solicita asilo son Tijuana, donde el tiempo se espera se calcula en dos meses y Ciudad Juárez, donde pueden llegar a esperar más de 4 mil 500 personas en la fila y el tiempo de espera es de cuatro meses, según el documento.

José Díaz Briseño I Agencia Reforma