El portavoz del ACNUR, Leo Dobbs, dijo en rueda de prensa que a pesar de que la situación es calmada pero tensa, le preocupan “las explosiones de violencia en el país que retrasan los ya frágiles esfuerzos por restablecer una paz duradera y ponen en riesgo las elecciones previstas para diciembre”.

Estos comicios, en los que se elegirán presidente y órganos legislativos, estaban previstos para el 18 de octubre pasado, pero debieron ser pospuestos como consecuencia de una ola de violencia que se desató desde septiembre y que, según el ACNUR, “ha dejado un gran número de muertos, cientos de casas destruidas y más de 70 mil desplazados internos”.

“La reciente inestabilidad es todavía más descorazonadora si se tiene en cuenta que llegó luego de un retorno aparente de la paz este año a la República Centroafricana, especialmente en áreas rurales”, indicó.

Como consecuencia de esta escalada violenta, el proceso de retorno de los desplazados y refugiados a sus hogares, que venía en aumento desde enero de 2015, dio marcha atrás.

“En el campo del aeropuerto de Bangui M’poko, el número de desplazados internos cayó de 20 mil en diciembre de 2014 a 11 mil en agosto pasado. Hoy, M’poko alberga a unas 19 mil personas”, explicó.

La portavoz de la oficina del ACNUR en la República Centroafricana, Dalia Al Achi, al tomar la palabra, dijo que la población del país “está esperanzada” por la visita del Papa, independientemente de su confesión religiosa.

“Están esperándolo con mucha ilusión, en las calles hay pancartas listas para darle la bienvenida”, precisó.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) consideró la visita del Papa como una gran oportunidad para lograr la reconciliación en el país en donde se estima que 1.2 millones de niños están en necesidad urgente de asistencia humanitaria.

Una canción para la paz, escrita y cantada por los niños, ha estado sonando en estaciones de radio antes de la llegada del Papa.

“Tenemos la esperanza de que se escucharán las voces de estos niños, y que la visita del Papa promoverá la reconciliación, en un país que está en desesperada necesidad de la paz”, dijo el Unicef en un comunicado.

Días antes de su viaje, el ejército francés manifestó a la guardia del pontífice que consideraba su visita a la República Centroafricana como “de alto riesgo” y se mostró preocupado por su seguridad.

Al respecto, Francisco, quien pisa por primera vez tierra africana, dijo que, para él, “el único peligro son los mosquitos”.