Tras afirmar que por falta de coordinación entre los tres órdenes de gobierno la pobreza extrema aumentó en Hidalgo, el gobernador Omar Fayad Meneses dijo que en 2018 esos indicadores deben ser revertidos; de lo contrario, sus secretarios serán destituidos, advirtió. Asimismo, afirmó, “rajará” ante la federación para que remueva a los delegados.

Al acudir la instalación del Grupo Directivo de la Estrategia Nacional de Inclusión Social, Fayad Meneses recordó que entre 2014 y 2015 el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Pública (Coneval) concluyó que 12.3 por ciento de la población en el estado vivía en pobreza extrema.

Asimismo, que 42 por ciento sufría pobreza moderada y 25.8 por ciento padecía alguna carencia social.

El mandatario criticó que, además, incrementó la falta de acceso a los servicios de salud, pues Hidalgo pasó del lugar 13 al séptimo con mayor carencia; en acceso a la seguridad social, del octavo al séptimo lugar, y en calidad y espacios de vivienda, del 22 al 16.

“Se lo digo a los secretarios, ya saben que si no abaten este rezago, simplemente se van. Esto es real”, advirtió a su gabinete.

Aunque reconoció que no puede despedir a los delegados federales, también pedirá su baja si no abaten el rezago.

“Sí quiero que sepan que si no cumplen esta meta, voy a rajar con el gobierno federal para que los quiten”, enfatizó.

Acompañado del director general de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga, dijo que para bajar  el rezago en indicadores aplicarán 2 mil 53 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS): 248 millones a ejercer por la administración estatal y mil 804 millones de pesos  a cargo de alcaldías, a quienes exhortó a utilizarlos con “responsabilidad”, no donde consideren que “se veía bonito” la aplicación del recurso.