Los policías que la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) debe desechar por no acreditar las pruebas de control y confianza son material para las corporaciones municipales. 

“Desafortunadamente, por ley estamos obligados a dar de baja a quienes no acrediten estas evaluaciones; sin embargo, estos trabajadores podrían incorporarse a las policías municipales, en dado caso de que pasaran los controles que se aplican para poder portar el uniforme”, explicó el titular de esa dependencia, Alfredo Ahedo Mayoga.
Por reprobar las pruebas de control y confianza, de enero a noviembre de 2015 alrededor de 130 elementos de la SSPH han sido desincorporados de la corporación, informó el funcionario.
De los uniformados dados de baja de la institución estatal, 5 por ciento corresponde a mujeres y 95 por ciento, hombres, informó el funcionario.
Tras su despido, los exelementos de Seguridad recibieron, además de liquidación, dos meses de salario para evitar “afectaciones a la economía familiar”.
El mando estatal dijo que, actualmente, entre mil 500 y mil 800 elementos están adscritos a las diferentes corporaciones dependientes de la SSPH. Sumados las 84 corporaciones policiacas municipales, en Hidalgo laboran alrededor de 5 mil uniformados.
Ahedo Mayorga añadió que la secretaría a su cargo tiene un déficit aproximado de 250 elementos, cuyas plazas cubrirán los egresados del Instituto de Formación Profesional (IFP) en un plazo no mayor a tres años.
“El Instituto de Formación Profesional es un proyecto a largo plazo, nuestra meta es que quienes vayan ocupando estas plazas estén perfectamente capacitados para brindar la seguridad que todos los hidalguenses demandan”, declaró.
Por el momento, dijo, la SSPH no lanzará otra nueva convocatoria de ingreso al IFP, pero mencionó que la posibilidad depende de los recursos asignados para 2016.
(Con información de Yossimar Durán)