Aunque no hay registros de saqueo de arte sacro desde 2013 en Hidalgo, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Juan José Arias Orozco, señaló que prevalece el tráfico de piezas prehispánicas sin catalogar en la entidad.
“No tenemos un registro, pero sabemos que su comercialización se hace. Hay robo hormiga”, expresó el funcionario después de la presentación oficial del Geoparque Comarca Minera.
Conservar piezas arqueológicas no constituye un delito, dijo; el problema es que quienes las encuentran no hacen reportes ante el INAH por miedo a que les sean confiscadas.
Por ello, en el estado no hay un padrón de colecciones particulares.
“Se ha malinterpretado que el INAH se queda con la pieza, pero no, registra la pieza, pone una clave y establece que pertenece a una colección particular, después que termina la investigación se regresan”, dijo.
No obstante, su comercialización sí representa un delito, según Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos, que en su artículo 53 señala de dos a 12 años de prisión y una multa de 50 a 100 mil pesos contra quien, por cualquier medio, pretenda sacar o saque del país un monumento arqueológico, artístico o histórico, sin permiso del Instituto competente.
El artículo 49, además, finca prisión de uno a diez años y multa de mil a 15 mil pesos contra quien efectúe cualquier acto traslativo de dominio de un monumento arqueológico mueble o comercie con él, y al que lo transporte, exhiba o reproduzca sin el permiso y la inscripción correspondiente.
Además, cárcel de dos a diez años y multa de tres a 15 mil pesos contra quien se apodere de un monumento mueble arqueológico, histórico o artísticos sin consentimiento, según el artículo 51 de esa norma federal.
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