Con payasos que regalaban globos de colores a los niños, y que al mismo tiempo promocionaban el nuevo Centro Cultural El Reloj, ayer se volvió a abrir al paso peatonal en la plaza Independencia. Esa plaza donde permanece inmóvil, desde hace 105 años, el Reloj Monumental de Pachuca, inspirando en el Big Ben de Londres, y que ha sido testigo sigiloso de un sinfín de historias.

Fue desde temprano que los primeros transeúntes recorrieron la nueva superficie con la que fue ungida la plaza Independencia. Algunos gustaron del cambio y el nuevo centro cultural; a otros no tanto, pues extrañaron esas jardineras donde había varios árboles que los abrigaban del sol.
Cerca de las 13:00 horas llegó el gobernador Francisco Olvera, acompañado del secretario de Turismo federal, Enrique De la Madrid, y demás funcionarios, quienes hicieron un fugaz recorrido.
Fue alrededor de las 20:00 horas de la noche cuando este coloso de 40 metros se iluminó con luces azules, blancas, naranjas y verdes. El cielo se llenó de juegos pirotécnicos, mientras volaban, al mismo tiempo, cuadritos y confeti de colores que al final los niños recogían de aquella explanada ya estrenada.