Muchas cuentas quedaron pendientes en Hidalgo, sobre todo en materia ambiental, puesto que no hubo significativos avances en la preservación de las áreas naturales, en el rescate de los recursos y se presentó una carencia de interés en el tratamiento de residuos comestibles y hasta industriales.

De acuerdo con las valoraciones realizadas por la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), hubo un desdén por brindar recursos y poco interés de parte de las distintas instancias de los gobiernos estatal, federal, y en muchos casos de los ayuntamientos para coadyuvar a las acciones contra el cambio climático.
Esta organización, dirigida por Marco Antonio Moreno Gaytán, apuntó la necesidad que existan planes concretos que planifiquen la forma de contrarrestar los efectos negativos de la contaminación que crece y amenaza con causar todavía más daños en la salud de zonas industriales como la región de Tula-Tepeji.
Además, el activista indicó que hay decepción por la ausencia de actuaciones serias para evitar la tala inmoderada de los bosques de la zona oriente del estado, en donde cada día es más visible la erosión de zonas donde todavía hace cinco años estaban pobladas de árboles con antigüedades de más de 30 años.
Para esta organización civil, que convocó este año continuar y preservar el cerro El Lobo en Pachuca, junto con otras distintas acciones de reacción a nivel estatal, demandaron mayor seriedad en el actuar gubernamental.