Tras dos años en prisión y un expediente con irregularidades, el Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo (TSJH) otorgó a Juan Carlos Escamilla Rodríguez sentencia absolutoria tras ser acusado de matar a su hija Ana Itzel, informó el abogado Carlos Pratts Straffon.

El crimen a la adolescente de 14 años, quien fue hallada enterrada en un predio del ejido de Tilcuautla, San Agustín Tlaxiaca, en mayo del 2014, ahora está impune, pues la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) no cuenta con otras líneas de investigación sobre la averiguación previa 12/SPM/758/2014, expresó el jurista.

El defensor, quien hace poco tomó el caso, indicó que la fiscalía deberá continuar con las investigaciones para encontrar al homicida de la estudiante
de secundaria.

Juan Carlos fue recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca el 25 de junio de 2014 por la supuesta autoría material e intelectual del homicidio.

Después de 720 días en prisión, el hombre fue liberado por falta de pruebas: un juzgado federal determinó que Porfirio Austria Espinoza, el juez responsable del caso, “incurrió en una ilegal motivación al realizar el análisis”.

Según el informe de los agentes de la Coordinación de Investigación de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), que consta en la averiguación previa 12/SPM/758/2014, el ahora absuelto, bajo los efectos de la cocaína, trasladó a la menor -sin atarla- en una motocicleta de “tamaño reducido” por un camino escabroso, junto con una bolsa de ropa, una pala y un pico para cavar una fosa y enterrarla, luego de agredirla sexualmente.

Poco después, la familia de Ana Itzel  inició quejas en la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (a VG-1887-14) por probable tortura, amenazas, así como tratos inhumanos y crueles, de los elementos policíacos que detuvieron al padre y lo señalaron como culpable del asesinato.