Una visita atípica a la CDMX
 
Hace (78) meses
 · 
Compartir:

Tres horas bastaron para llenar dos camionetas con víveres que se repartirían en zonas afectadas por derrumbes en Ciudad de México, tras el sismo que dejó al menos 40 edificios destruidos y una lista de muertos que sigue creciendo.
A través de redes sociales, Criterio lanzó un llamado a la población para sumarse a la causa, cuya respuesta fue inmediata y generosa, la misma que en la capital del país, donde incluso, la ayuda se ha desbordado y hasta ha llegado a sobrar.

Faltaban 20 minutos para las 14 horas cuando los vehículos de 3.5 toneladas avanzaron por avenida Juárez rumbo a la carretera México-Pachuca. Después de 88 kilómetros, el pase obligatorio por la caseta de Ojo de Agua, pero con peaje gratuito.

Alrededor de las 14:30 pm, a la altura de Ecatepec se podían observar las siluetas de los rascacielos, signo de un día atípico en la gran metrópoli, donde una nata de contaminación se impone con terrible cotidianidad en el horizonte. La primer camioneta se enfiló rumbo a Lindavista, la segunda hacia Bucareli con destino a La Condesa, donde se registraron múltiples derrumbes.

A los pachuqueños les llevó tres horas llenar dos camiones de víveres, el sismo de 7.1 grados transformó la tercer ciudad más grande del mundo en alrededor de 50 segundos, y a la camioneta le tomó hora y media llegar a Álvaro Obregón.

imagen galeria

De entre calles semidesiertas emerge el caos: decenas, cientos de personas vestidas como trabajadores de la construcción, otros con pancartas ofreciendo transporte, aquí y allá más gente, autos estacionados, transitando, aplastados por escombros, puestos de jugos que fueron convertidos en chatarra por una pared… cáscaras de naranjas que resaltan por su color de entre el pavimento.

Un famoso conductor de radio pide verificar la autenticidad de los mensajes antes de viralizarlos; horas previas, cientos de personas se habían trasladado a un edificio en División del Norte, no estaba en ruinas e incluso vecinos colocaron pancartas fluorecentes para desmentir un mensaje que fue replicado miles, quizá millones de veces.

Más gente, bullicio, autos estacionados, edificios descarapelados, ventanas rotas, sueños rotos de quien se quedó sin hogar, sin pertenencias, sin auto, sin familiares.

Calle tras calle se repite el mismo escenario: edificios descarapelados, vidrios rotos, gente ofreciendo ayuda, bicicletas, motos, autos… desbordamiento. Es tanta la ayuda que el centro de acopio instalado muy cerca de Laredo y Ámsterdam, donde colapsó un edificio de departamentos, tiene suficientes víveres, suplementos médicos y artículos de limpieza.

Un par de cuadras después, en Álvaro Obregón, cerca del famoso 286, decenas de voluntarios bajan de mano en mano docenas de cajas con pastes, manjar de mineros; cobijas, ropa, víveres y los artículos más valorados: cloro, lámparas, baterías, medicamentos y escobas.

Después, los víveres son distribuidos en camionetas más pequeñas y llevados a distintos puntos de la ciudad. Un hombre, rubio y corpulento, captura las placas del camión: “escuché que vienen de Hidalgo, mi prima donó víveres, le voy a mandar la foto para que vea que sí llegaron”.

A cuadra y media varillas retorcidas, trabes y montañas de concreto son celosamente resguardadas por elementos de la Marina y Ejército. Bruno llegó desde las 8:00 am, parece brigadista de Protección Civil, pero en realidad es empleado de un banco, han pasado dos horas desde que se ofreció a recoger ladrillos y escombros, “ya casi me toca”, dice sin ocultar emoción.

Caminar en las calles de la Condesa es meterse a un laberinto de caminos clausurados, de personas que parecen practicar turismo de catástrofe, de calles con un tufo insoportable a gas, de vecinos como don Javier que se aferran a la cotidianidad; hoy, abrió su taller de tapices, tan viejo y fuerte como el edificio que ningún sismo desde el 76 ha podido tirar.

La camioneta que salió de Criterio recorrió 93 kilómetros de vuelta a Pachuca; en 50 segundos el sismo arrebató la vida a 25 niños en una primaria; en 48 horas, los habitantes de México han demostrado que no existe el mal humor social, sino malos gobernantes.

También te puede interesar: 

 

Compartir:
Etiquetas:
Relacionados
Se dice
/seDiceGift.png
Especiales Criterio
/transformacion.jpeg
Suscribete
/suscribete.jpg
Más popular
Por Redacción Criterio . 21 de marzo de 2024
Por Redacción Criterio . 20 de marzo de 2024

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad