El más reciente concepto de la armadora de Goodwood es llamado Vision Next 100. Rolls-Royce plantea en este modelo su definición de un futuro donde la autonomía no excluye la individualidad y confort.

Para ello, la marca parte de la idea del momento de la “gran llegada” como punto clave. Su cubierta superior de cristal se despliega lateralmente, mientras la puerta tiene apertura contraria al sentido de avance, convirtiendo al auto en una versión móvil de la ostra de la cual surge Venus en la famosa obra de Botticelli. Para completar el momento, proyecta en el piso un haz de luz roja creando una alfombra virtual.
Los pasajeros bajan del vehículo con una posición natural, sin agacharse o esforzarse. Y son sólo pasajeros, pues no hay conductor. El Vision Next 100 no requiere volante, tablero de mando, ni tampoco la intrusión de un volumen en el piso para albergar la transmisión, pues es tanto autónomo como eléctrico. Está orientado a que sus ocupantes pueden disfrutar lo que, para la marca, constituye el máximo lujo: el tiempo.
La unidad específica presentada en Londres es nombrada 103EX. La armadora asegura que el aspecto mostrado en este conceptual es meramente un ejemplo, pero que los compradores del Vision Next 100 podrán personalizar a su gusto no sólo acabados, sino variantes del diseño exterior.
Funciones basadas en voz están orientadas a la máxima comodidad del ocupante; incluyen información de itinerarios, agenda y opciones. Esta función está basada en una inteligencia artificial cuya personalidad es llamada “La voz de Eleanor”. Es nombrada así por la modelo tras la cual se esculpió el emblema en el cofre de cada Rolls-Royce: El Espíritu del Éxtasis. Eleanor es la asistente personal de los ocupantes, y proporciona información durante el viaje.

Gran Santuario
El espacio interior está diseñado como una estancia, con diseños curvos y limpios. Su sillón está terminado en seda y la alfombra del piso es de lana. Los paneles laterales están fabricados en madera de ébano Makassar e iluminados por leds. Al carecer de volante y tablero, al frente cuenta únicamente con una pantalla de monitoreo donde se puede proyectar información del viaje, agenda, o contenido de entretenimiento. En cuanto a la vista superior, la cubierta de cristal curvo permite contemplar las estrellas.
La tapa y piso de la cajuela están automatizados; su ubicación está detrás del eje delantero. Al interior lleva un par de maletas personalizadas.
La armadora aún no define detalles de la motorización, únicamente comenta que estará basada en una fuente con cero emisiones. Hay buen espacio para adaptar baterías y motor, pues posee las dimensiones esperadas de un Rolls-Royce: 5.9 metros de largo.