Viven seis familias a tiro del derrumbe
 
Hace (80) meses
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A diario, seis familias de Los Sabinos, en Molango de Escamilla, conviven con el peligro de quedar sepultadas por un deslave.
Las viviendas que habitan se localizan a un costado de una ladera de unos 50 metros de altura, en la que sobresalen árboles de hasta 20 metros de alto. El año pasado, en esa zona se reportaron dos derrumbes, uno de los cuales destruyó la casa de lámina de la familia Hernández.
Apenas el pasado 11 de julio, la tierra se movió. Eran cerca de las 22:00 horas cuando, en la penumbra, se escuchó el deslizamiento de la tierra y el rebotar de rocas y ramas cayendo.
El acceso a tres viviendas quedó bloqueado, así como tres automóviles atrapados, sin salida a la circulación. Pasaron más de 48 horas para que el lugar quedara liberado.
De haber ocurrido media hora antes, el deslave habría sido fatal, afirma Vicente Hernández Pérez, vecino de Los Sabinos y patriarca de la familia. “Antes de que ocurrirá esto, los niños estaban jugando ahí afuera, donde quedó toda la tierra”, narra a Criterio el hombre de 66 años de edad, forjado en la siembra.
“Me dedico a la tierra, siembro maicito y toda mi vida la he pasado en Los Sabinos. Últimamente hemos registrado tres deslaves grandes, otros han sido de rocas pequeñas y un poco de tierra”.
Mientras uno de los nietos juega a un costado del deslave, donde maquinaria de Protección Civil municipal y un camión de volteo llevan todo el día tratando de liberar el paso, muestra a Criterio oficios dirigidos al ayuntamiento de Molango, a cargo del edil Raúl Lozano Cano, en los cuales solicitan un muro de contención, “que nos dé tantita seguridad”. “Hasta el momento no hemos tenido respuesta, no sabemos si estén esperando que alguien muera para que finalmente tapen el hoyo”.
Sobre lo ocurrido la noche de ese martes, resume: “En cuanto escuchamos cómo cayó todo, salimos a ver qué daños había y ver si no quedó atrapado alguien. Una vez que vimos que estábamos todos completos, nos fuimos a dormir. ¿Qué más podíamos hacer? Acostumbrarnos a vivir en el peligro, aquí hemos pasado toda nuestra vida”.
En tanto, el presidente de Molango afirma que la autoridad advirtió del riesgo a la familia.
“Antes de este incidente se enviaron oficios al propietario de los inmuebles, desde el año pasado, y existen antecedentes.
“(En los documentos se pide al dueño del predio) de una manera personal que no hiciera cortes, porque estaba haciendo rebajes y le pedimos que ya no lo hiciera, pues esa es una zona inestable; desafortunadamente ya los había hecho y esa es la consecuencia”.
De la petición de seis familias para instalar una barda de contención, dice que la autoridad “valora” la necesidad y busca recursos para ello. Sin embargo, precisa que “la mejor solución” sería la instalación de gaviones.“El gavión es un material que, a diferencia de un muro, permite que el agua circule”, afirma, pero no estima posible monto de inversión.
El edil añade que, como este caso, en las 25 comunidades del municipio existen diversas zonas de riesgo durante la temporada de lluvias, por lo que Molango dispone de albergues en caso de una contingencia “mayor”.
“Tenemos tres albergues, dos en escuelas primarias y uno en el centro, tenemos cobijas y comida, pero hasta ahorita, afortunadamente, no hemos tenido necesidad de utilizarlos y esperemos que no se requieran”.

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