La psicosis provocada por cadenas de WhatsApp derivó en la muerte de dos personas acusadas de robachicos por una horda de habitantes de la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula.

Un día después del linchamiento de dos campesinos en Puebla por similar motivo, 300 pobladores de la comunidad hidalguense golpearon y quemaron vivos a un hombre y una mujer; ambos perdieron la vida ante la mirada de la policía local.

La pareja circulaba a bordo de una camioneta Dodge vino, matrícula K32 ASV de la Ciudad de México, cuando cerca de las 14:00 horas, fueron interceptados por los habitantes, quienes los acusaron de merodear para robarse a los niños.

Según reportes policiacos, los presuntos delincuentes fueron asegurados por los colonos, que a través de un grupo de WhatsApp avisaron a otros habitantes de la situación. En cuestión de minutos, decenas de vecinos llegaron al centro de la localidad para exigir justicia, relataron a Criterio los lugareños.

Al lugar acudió la policía municipal, pero los habitantes no le permitieron permanecer cerca. Destrozaron el vehículo de los presuntos criminales.

Tras golpearlos en repetidas ocasiones, los pobladores les prendieron fuego, lo que provocó que el varón muriera en el lugar a causa de quemaduras de tercer grado; su compañera fue trasladada al nosocomio.

Pasadas las 17:00 horas, el cuerpo del sujeto quedó tirado en una de las entradas de la localidad, donde se encuentra un pequeño acueducto en desuso; su compañera murió en el Hospital Regional de Tula.

Según versiones policiacas, los occisos eran vecinos de Tezontepec de Aldama.

Por la noche, durante una conferencia de prensa, el procurador general de Justicia de Hidalgo, Raúl Arroyo González, narró que la tarde del jueves en el C4 recibieron un reporte de dos personas retenidas en Santa Ana Ahuehuepan, a la altura del hotel Amazonas.

Según el fiscal, acudieron elementos estatales y de la Policía Investigadora al sitio, donde encontraron el cuerpo de un hombre de 40 años de edad; la mujer, de 50 años, fue trasladada al nosocomio de la zona. A ambos se les roció gasolina y se les prendió fuego, lo que les ocasionó quemaduras de tercer grado.

El funcionario estatal señaló que no se descartaba ninguna línea de investigación como que el incidente esté relacionado con el robo de hidrocarburo, actividad que prevalece en esa localidad.

La noche del 23 de agosto en Texcatepec, comunidad de Chilcuautla, pobladores golpearon y quemaron vivo a un sujeto, a quien acusaron de haber robado una camioneta; a causa de la agresión, el hombre murió.

La víctima fue identificada como Geovani Z. el Ojos, quien fue ingresado alrededor de las 21:05 horas del jueves al hospital regional de Taxadhó, en Ixmiquilpan, para su atención, donde falleció alrededor del mediodía del 24 de agosto.

Antier se registró un hecho similar en el poblado de Acatlán de Osorio, en Puebla, donde dos personas perdieron la vida tras ser quemadas por pobladores que las señalaron como ladrones de menores. La fiscalía de esa entidad no acreditó que los sujetos linchados fueran delincuentes.

PARAÍSO HUACHICOLERO

Santa Ana Ahuehepan es una comunidad de Tula donde el robo de hidrocarburo es actividad común. El 11 de mayo se reportó una fuga de combustible en esa zona, que causó daños a tierras de cultivo.
El 24 de agosto de 2017, habitantes de esa localidad se enfrentaron con policías cuando estos intervinieron una camioneta abastecida con hidrocarburo presuntamente ordeñado de ductos de Petróleos Mexicanos. En el incidente, los vecinos prendieron fuego a la grúa con la que los efectivos pretendían trasladar al Ministerio Público federal la camioneta asegurada.
El 12 de agosto de 2018, Criterio publicó la historia de un menor que obtiene un sueldo de hasta 2 mil 500 pesos por trabajar como halcón en esa comunidad y avisar a los criminales sobre la llegada de las fuerzas de seguridad.

(Con información de Jesús González Juárez)

Redacción I Tula