En año y medio, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) de Hidalgo ha apoyado en el traslado de cadáveres de 123 migrantes fallecidos en Estados Unidos por diversas causas, entre ellas enfermedad, accidentes y atentados terroristas.
De acuerdo con datos proporcionados por dicha dependencia, en los 12 meses de 2018 asistió en la repatriación de los restos de 81 oriundos del estado; además, entre enero y junio de este año hizo lo propio con 42 paisanos.
La noche del miércoles, la Sedeso confirmó la muerte de un par de hombres originarios de Nicolás Flores. Los jóvenes, de 24 y 30 años de edad, se ahogaron una semana antes al intentar cruzar el río Bravo, en la frontera con Estados Unidos, pues planeaban llegar al país vecino del norte.
El área de Comunicación Social de la dependencia estatal informó que realiza los trámites correspondientes para repatriar los restos; sin embargo, desconoce cuánto tiempo se llevará el proceso.
En agosto de 2017, dos migrantes, también originarios de Nicolás Flores, murieron al interior de la caja de un tráiler, luego de que el vehículo fue abandonado en el estacionamiento de un centro comercial de San Antonio, Texas.
Catorce meses antes, en junio de 2016, un oriundo de Huichapan perdió la vida durante un ataque terrorista adjudicado al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) al bar gay Pulse, en Orlando, Florida. La víctima, de nombre Juan Chávez Martínez, tenía 25 años de edad.
El hidalguense, el menor de seis hijos de una familia originaria de la localidad Maxtha, se desempeñaba como jefe de limpieza en un hotel de esa ciudad y radicaba en Estados Unidos desde los 18 años.
El ataque al bar Pulse dejó 50 personas muertas, entre ellas tres de origen mexicano. El autor del crimen fue abatido por la policía.
Yuvenil Torres I Pachuca
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