De los 500 migrantes centroamericanos que han sido detectados por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Hidalgo hasta la primera semana de agosto, 130 son menores de edad, lo que equivale a 26 por ciento, informó la dependencia.
Según el protocolo, antes de ser repatriados, los migrantes deben recibir alimentación, además de apoyo sicológico y médico, señaló.
Los adolescentes y niños son atendidos por oficiales de protección a la infancia (Opis). El Sistema DIF realiza trabajo coordinado con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Procuraduría de Atención a la Familia, señaló.
En la última semana, el INM aseguró a dos colombianos, un haitiano y 16 hondureños –todos mayores de edad–, en los puntos de revisión de la zona metropolitana de Pachuca, que no tenían documentación para acreditar su estancia legal en México.
La autoridad debe proporcionar los medios a los migrantes para que se comuniquen a su país, pues son una población en situación vulnerable.
Sara Elizondo I Pachuca
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