En México, un 34.1 por ciento de los adultos de 60 años y más, es decir 5.1 millones de mexicanos, forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA), aunque la mayoría labora en empleos informales, precarios y sin prestaciones, de acuerdo con el Inegi.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2018, correspondiente al segundo semestre del año, refiere que un 49.6 por ciento de las personas de la tercera edad que trabaja lo hace por su cuenta.

Además, da cuenta de que este grupo de la población concentra el mayor porcentaje en el sector informal.

Por ejemplo, mientras que 6 de cada 10 personas que corresponden al grupo de edad de 15 a 29 años se desempeñan en tipo de ocupación, el porcentaje en adultos mayores es de 74.2.

“La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) argumenta que la mayor parte de las actividades generadoras de ingreso de las personas de edad son las que provienen del trabajo por cuenta propia”, cita el Inegi.

“De acuerdo con este organismo, ‘esto puede ser consecuencia tanto de la discriminación que obstaculiza el acceso por parte de las personas mayores a un empleo asalariado, como del deseo de estas personas de trabajar de manera independiente, aprovechando las cualificaciones adquiridas a lo largo de su vida laboral'”.

Respecto a los trabajadores subordinados y remunerados, el Instituto señala las condiciones laborables desfavorables con respecto a otros grupos de edad.

De cada 100 personas de la tercera edad que trabajan, 30 ganan sólo hasta un salario mínimo; 23.8 por ciento obtiene ingresos de hasta dos salarios mínimos, y el 10 por ciento no recibe ingreso.

Añade que 50 por ciento recibe prestaciones, 38 por ciento tiene acceso a salud por su trabajo y 38.6 por ciento cuenta con un contrato.

Según la ENOE, la población ocupada de 60 años o más es la que muestra el menor nivel educativo, ya que 42.3 por ciento tiene primaria incompleta y sólo 15.4 por ciento cuenta con educación media superior y superior.

Según las cifras del Inegi, difundidas en el marco del Día Internacional de las Personas de Edad -que se conmemora el 1 de octubre-, conforme se incrementa la edad, el porcentaje de adultos mayores económicamente activos disminuye.

Del grupo de 60 a 64 años, trabaja el 48.4 por ciento, mientras que sólo lo hace el 16.5 por ciento de quienes tienen 75 años y más.

En en esta etapa de la vida, expone el Instituto, los hombres tienen más oportunidad que las mujeres de formar parte de la población económicamente activa, pero la brecha es más alta en el rango de 75 años y más. El 27.1 por ciento de los hombres en esta edad trabaja, frente al 7.7 por ciento de las mujeres.

Dulce Soto
Agencia Reforma