Entre 2013 y 2015, la cifra de hidalguenses con edad no permitida para trabajar aumentó 76.2 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

De 21 mil 266 menores de 14 años que laboraban, el número se incrementó a 37 mil 490, lo que representa 16 mil 224 más en dos años, dice el estadístico.
Según la secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en la entidad, Claudia Vieyra Alamilla, los indicadores son resultado del Módulo de Trabajo Infantil (MTI) 2015, elaborado por ambas instancias nacionales.

“Esta problemática se da primordialmente en zonas rurales, afectando que los infantes completen su escolarización obligatoria, pues una de las principales consecuencias es precisamente la deserción escolar; además, se transgrede su derecho al pleno desarrollo”, señaló.

Según la funcionaria, esta problemática está asociada a la falta de mejora de las condiciones de vida, personales y familiares porque en el hogar necesitan de su trabajo para pagar su escuela o sus propios gastos.

“Existe la normalización cultural del trabajo de niñas y niños en el campo, menor inversión en educación y falta de coordinación interinstitucional en una estrategia preventiva, así como para la vigilancia y sanción a los empleadores que se favorecen con la explotación infantil”, añadió.

El Sipinna establece que en Hidalgo 18.9 por ciento de adolescentes de entre 14 a 17 años se ha incorporado al mercado laboral, con base en los reportes del Inegi.

De ellos, no recibe remuneración económica 56.3 por ciento; 30.7 no asiste a la escuela y 22.5 trabaja más de 35 horas semanales. En el caso de mujeres indígenas y de comunidades rurales de difícil acceso, 7.8 por ciento se incorpora al trabajo en edades más tempranas.

Sara Elizondo I Pachuca